3ª entrega Murprotec España: 25 años, 25 historias.
Hay historias profesionales que se convierten en historias de vida. La de Josep Merino es una de ellas.
Josep llegó a Murprotec España el 2 de mayo de 2005, cuando la empresa apenas comenzaba a tomar forma. Con solo 35 años, asumió el reto de profesionalizar el área financiera de una compañía en crecimiento, junto a Milagros, la contable que había estado casi desde el nacimiento de Murprotec en el año 2000. Entre ellos surgió una relación de confianza y complicidad que Josep recuerda con cariño: “Hemos sido como un matrimonio, con nuestras diferencias, pero, sobre todo, hemos hecho mucho equipo. Ya se ha jubilado, pero la echo mucho de menos”, dice con una sonrisa.
Un 25% de crecimiento sostenido es un logro asombroso
Desde entonces, el camino ha sido imparable. De facturar apenas 190.000 euros en 2001, Murprotec España ha alcanzado los 37,5 millones en 2024. Y Josep ha estado allí, viviendo cada transformación. “He visto pocas empresas con un 25% de crecimiento sostenido durante 20 años”, afirma con orgullo. Pero sabe bien que no ha sido por casualidad. “Se ha trabajado mucho. Es el esfuerzo de todos. Invertir en procesos, adaptarse, mejorar…la diferencia está en los detalles.”
Josep recuerda los inicios con la rivalidad entre delegaciones. “Parecíamos empresas diferentes y no se compartía nada de información”. Desde 2010, con la creación de la dirección de filial en España, todo cambió: se profesionalizaron los procesos, se estandarizó el control y se logró la certificación ISO 9001. Para conseguir todo esto fue necesario un enorme esfuerzo interno y formación específica “para trabajar aportando cuidado, control, fiscalización y verificación para el buen funcionamiento de la compañía”.
El director financiero cuenta cómo su departamento (SIEGE Central) hace temblar a algunos compañeros, sobre todo en los diferentes departamentos de administración de las diferentes delegaciones. “Nos ven como a los policías o como a la administración de Hacienda de Murprotec” bromea, pero lo cierto es que “es necesario que nuestro perfil sea independiente e imparcial para con las delegaciones y así garantizar el cumplimiento de la legislación contable y fiscal, de las diferentes normativas y procedimientos y asegurar la transparencia en las cuentas”.
Ante el COVID: “cierra la empresa y que se vaya todo el mundo a casa”
Si hay un momento que ha marcado a Josep Merino puede que sea el COVID. Durante la Pandemia, fue uno de los primeros en conocer las consecuencias de la enfermedad porque su mujer había regresado de China y él no quiso arriesgar: “Llamé a mi superior en Bélgica y le dije que no iba a continuar trabajando en el despacho porque estaba tosiendo continuamente y no quería poner en riesgo a nadie, dadas las noticias que se empezaban a conocer de la infección. Él me respondió: “cierra la empresa y que se vaya todo el mundo a casa.” Murprotec se adelantó un día incluso al decreto gubernamental. Fue un momento duro, pero también un reflejo de la responsabilidad y humanidad que define la cultura de la compañía.
Durante esa época todo el mundo hizo un esfuerzo brutal, desde los departamentos financieros y administrativos, estudiando las pautas legislativas y los decretos laborales, hasta los técnicos de diagnosis e instalación, que ejercían su labor adoptando todas las medidas de seguridad necesarias. “Salvando las distancias, evidentemente, con los sectores esenciales como fueron el sanitario, el de alimentación o los suministros, nos convertimos en una empresa de primera necesidad porque la gente no salía de sus hogares y vieron el peligro que suponía convivir con humedades”.
Yo soy lo que soy gracias a mi equipo
Josep habla con gratitud de todo su equipo actual de contabilidad y fiscal en SIEGE Barcelona (Marisol, Viviana, Lorena y Belén), pero también de todo el que le ha acompañado a lo largo de estos años. Además, nombra con especial énfasis a Natalia de Madrid, Maribel de Galicia, Carmen de Sevilla y Pilar de Barcelona, las administrativas más antiguas de la compañía… “Yo soy lo que soy gracias a ellos. Formamos un gran equipo, de verdad.” A pesar de que, al ir aumentando la plantilla, ya no conoce personalmente a todos, se siente parte de una gran familia.
Desde el primer día, Murprotec ha sido su casa. “Aquí hay buena gente, calidad de vida. Me han dejado crecer, aprender, proponer.” Y lo dice con una convicción que emociona: “No cambiaría Murprotec por otra empresa. Levantarme cada mañana con ganas de venir a trabajar, después de 20 años, ese es mi mayor éxito.”
Hoy, Josep Merino no solo representa la cara visible de la solidez financiera de Murprotec. Representa su espíritu. Su historia es un reflejo del objetivo de la compañía en estos 25 años, ser una empresa donde las personas importan, donde el trabajo en equipo transforma y donde cada paso deja huella.
Te dejamos el enlace directo de la 2ª entrega Murprotec España: 25 años, 25 historias