El moho en las paredes es un indicador de que algo no marcha bien con la humedad de nuestro hogar.
Puede aparecer con distintos colores y con característicos y desagradables olores, pero en todos los casos es un elemento muy reconocible y desagradable que sabemos que no debería estar ahí.
Cuando hablamos de moho, nos referimos a un tipo de hongo que surge tanto al aire libre como en interiores húmedos y con poca luz.
Este último caso es el que nos tiene que preocupar: nuestra casa, por culpa de unas humedades no tratadas adecuadamente, puede convertirse en el lugar que este inquilino no deseado elija para asentarse.
Y no será un reto sencillo. El moho se caracteriza por su resistencia y nos vamos a encontrar con él en multitud de sitios, pero eliminar estas manchas de las paredes de casa es una necesidad.
Eliminar el moho de las paredes, los techos y los distintos rincones de nuestra casa no es solo una decisión estética sino también un deber si queremos evitar los problemas de salud que trae con su presencia.
Mientras que los ácaros que viven en nuestra casa no suponen ningún problema para nosotros en principio, vivir con moho trae consigo una larga lista de enfermedades que podemos acabar por lamentar desde el primer minuto.
Las más habituales tienen que ver con el sistema respiratorio.
Así, las reacciones alérgicas son comunes, y a veces pueden derivar en crisis asmáticas, sobre todo entre aquellas personas sensibles a padecerlas.
Estar expuestos a la presencia del moho y de sus esporas, trae consigo irritación en las mucosas de nuestro cuerpo, sobre todo en los ojos, la nariz y la garganta, que pueden llegar a afectar a la piel y a los pulmones.
Como es habitual, las personas más afectadas por este hongo son:
– Los niños y los ancianos, que tienen un sistema inmunológico menos preparado que el de los jóvenes y adultos sanos.
– Las mujeres embarazadas.
– Todas aquellas personas con problemas respiratorios y de alergias.
En cualquier caso, cualquier persona está expuesta a sufrir las consecuencias de tener en casa el moho y sus esporas, así que lo más recomendable es atacar el problema de raíz.
Pero, ¿cómo lo eliminamos? Aunque existen remedios caseros y populares, como limpiar las paredes y luego pintar sobre ellas o utilizar bolas y sales antihumedades, ninguno de ellos es verdaderamente efectivo.
Los expertos en humedades, el hábitat donde el moho se encuentra más cómodo, son los aliados perfectos para acabar definitivamente con este problema en casa.
Ellos serán los encargados de evaluar los daños que nuestra vivienda ha sufrido y de analizar en el domicilio, cuál es el tipo de humedad que padecemos, ya sea por condensación, por filtraciones laterales o por capilaridad.
Una vez identificada la naturaleza de nuestras humedades, podremos eliminarlas de forma definitiva, y vivir con total tranquilidad con la eliminación al 100% del origen del problema.