Ahora que cada vez hace mejor tiempo, en todos los hogares llega el gran momento del cambio de armario. Quitamos la ropa de épocas más frías y la sustituimos por otra más apropiada para el calor primaveral y veraniego que está por venir.
Pero hay que tener cuidado, ya que esta rutina anual que nos alegra por la llegada del buen tiempo, puede convertirse en nuestro pequeño infierno particular, si no hemos hecho los deberes contra la humedad y tenemos nuestras estancias libres de tan peligroso enemigo.
Uno de los grandes problemas de las humedades en nuestros armarios, es que fomentan un ecosistema ideal para la llegada de mohos y hongos diversos. En muchos casos, suelen producirse por condensación y son debidas a diferentes problemas sin resolver a los que restamos importancia.
En armarios cerrados, los niveles de humedad son muy superiores a los de otras estancias, y en estos ecosistemas, el moho encuentra su hábitat ideal para nacer, crecer y desarrollarse. Esta proliferación tiene un efecto devastador en todos los enseres que guardemos en el interior, desde decoloraciones hasta pequeños estropicios que harán de nuestras prendas favoritas, trapos inservibles.
Aunque lo peor, siempre está por venir. También puede generarse un problema para nuestra salud, ya que existe la posibilidad de que los hongos originados por la humedad, se instalen en nuestras prendas de ropa más intimas y de ahí, pasen a contagiarnos a nosotros.
Hay diferentes tipos de tejidos como el nylon o la lycra que se si almacenen en condiciones de alta humedad, favorecen la aparición de diferentes tipos de hongos. Por tanto, debemos estar muy atentos a los primeros síntomas que nos avisen de que existe un problema de humedades.
La aparición de manchas blancas en la ropa o el fuerte olor a humedad en los tejidos son la clave para adivinar que nuestros armarios están siendo atacados por este tipo de microorganismos. Y debemos poner una solución efectiva de una manera urgente, en muchos casos una simple ventilación del espacio no es suficiente para solucionar por completo el problema y tenemos que acudir a profesionales que nos asesoren y nos aporten la solución más afectiva para nuestro problema.
Porque para tener una buena imagen y vestirte con facilidad cada mañana, es imprescindible adaptar nuestras prendas a la época del año en la que estamos, y ya bastante difícil es la tarea de reorganizar nuestros espacios, como para tener que preocuparnos también de lo que nos vamos a encontrar en ellos al abrir las puertas.