Según ha hecho público Cruz Roja este mismo viernes, entre las familias asistidas por la organización existe casi un 40% que han de hacer frente a la pobreza energética durante este invierno, cuando la luz permanece más tiempo encendida, pasamos más tiempo en casa y la calefacción es imprescindible. De ahí que, tan sólo en la Comunidad Valenciana, la organización humanitaria haya tenido que ayudar 1.770 hogares haciéndose cargo del pago de sus facturas de suministro. Y es que, como acredita la Asociación de Ciencias Ambientales, el 15% de la población española no puede mantener su casa en las condiciones óptimas de temperatura para soportar el descenso del termómetro estos meses a causa del elevado coste que estoy supone, y la condición desfavorecida de gran parte de familias.
Este hecho es el llamado pobreza energética. O, lo que es lo mismo, no tener capacidad económica para costear los servicios de energía mínimos que necesita un hogar para satisfacer sus necesidad básicas. Se trata de mantener la temperatura del hogar entre los 18º y los 20º en invierno y alrededor de 25º en verano. Una tarea que se complica en esta época del año, cuando el frío y la humedad, además, inciden de forma muy negativa sobre la salud, pudiendo dar lugar problemas respiratorios graves como el asma o la bronquitis. Unas condiciones que se vuelven más dañinas aún cuando nos referimos a personas de más de 60 años, cuya mortalidad aumenta debido a la proliferación de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
En este sentido son llamativos los datos arrojados por Cruz Roja, según los cuales casi un 13% de este sector de la población no llega a fin de mes y más del 30% han tenido este año, por primera vez, que asistir económicamente a sus hijos y nietos. Una situación preocupante, teniendo en cuenta que más de la mitad de los ancianos atendidos por la organización viven bajo el umbral de la pobreza.
Pero no hay que llegar a extremos. Lamentablemente, somos muchos quienes prescindimos de poner en marcha la calefacción en casa por el gasto que esto supone a final de mes. Sin embargo, puede ocurrir que la factura se haya disparado, no sólo por el aumento de los costes eléctricos y energéticos, sino también porque nuestro hogar no conserve el calor a causa de un problema estructural que enfría la construcción desde su estructura, debido en última instancia por un problema de exceso de humedad.