Las limpiezas generales se van a convertir en estos días en una buena excusa para poner la higiene y salud de nuestro hogar en buen estado de forma.
La limpieza y la actividad diaria tienen como focos baño y cocinas. Aprovechamos para mantener la rutina y los buenos hábitos con colada, orden y limpiezas superficial. Pero llega un momento que hay que atender a lugares que tenemos más olvidados y que exigen más por nuestra parte.
Una limpieza general es un perfecto argumento para mejorar la salud de nuestro hogar, la de nuestra familia y, de paso, hacer una lista de dónde están los problemas de humedades.
La mayoría de problemas de humedades que nos encontramos en Murprotec, se concentran en lugares a los que no prestamos especial atención. Garajes, trasteros, altos de armarios o despensas son focos habituales en donde encontramos problemas.
Por eso vamos a repasar zonas habituales de las limpiezas generales y cómo sacarles partido para detectar peligrosas humedades.
Limpieza de armario y cambio de ropa
Aunque el tiempo climatológico no nos da tregua, la primavera ya está con nosotros. Dentro de poco tocará cambiar el vestuario y sacar cajas con la ropa de verano. Esa ropa, que almacenamos en armarios o trasteros, es la excusa perfecta para detectar problemas de humedades.
En muchas ocasiones las bajantes, o masas de tierra (en viviendas unifamiliares), están en contacto con paredes de armarios. Revisar que los altos no tienen olor a humedad ni manchas oscuras es un salvoconducto para evitar un problema mayor.
Limpieza a fondo de cocina y despensa
Otro de los principales focos de higiene está en nuestra cocina. Si bien fregar los platos o hacer la comida nos obliga a una limpieza diaria, no está de más revisar los armarios, frigoríficos, arcones y despensas de vez en cuando.
Revisar las fechas de caducidades y los fondos de despensa para verificar productos en mal estado, nos puede servir para detectar olores, manchas o presencia de indeseados insectos.
Las despensas y zonas de almacenaje de alimentos, por norma general, se encuentran en zonas poco iluminadas y que no visitamos con asiduidad.
Son condiciones perfectas para que un problema de humedades enquistado salga a relucir.
Una vuelta a trasteros y garajes
El cambio de ropa o una revisión de inventario para donar o vender todas las cosas que no usamos, son excusas perfectas para revisar nuestros trasteros y garajes.
Nuestra experiencia dice que la gran mayoría de humedades por capilaridad y filtraciones laterales se producen en zonas en contacto con tierra. Sótanos, garajes y trasteros son lugares habituales donde encontramos problemas.
De nuevo, la falta de atención y ser zonas con baja iluminación favorecen la presencia de humedades. Además, este tipo de lugares no suelen contar con los mismos sistemas de aislamiento y acondicionamiento.
No solo protegen las paredes
Una limpieza general puede ayudar a detectar focos de humedades al margen de lo que nos venga desde el exterior. En la mayoría de incidencias que se detectan por humedades el problema radica en la falta de atención.
Utilizar el orden y la limpieza como arma de defensa puede ayudarnos a que en el futuro nuestra salud y nuestro bolsillo lo agradezcan.