Una buena noticia para esos perezosos que sacrificamos hacer la cama por dormir unos minutos más. Hasta ahora ha sido un gesto de desorden y motivo para la regañina de los más ordenados de la casa; sin embargo, se acaba de publicar una investigación que nos da la razón a los que nos resistimos a hacer la cama nada más levantarnos de ella. Investigadores de la Universidad de Kingston, en Reino Unido, han determinado que no hacer la cama acabaría con los ácaros que se desarrollan ahí, debido a la reducción de la humedad en las sábanas. Es decir, que si A+B es igual a C, si hacemos la cama creamos un ambiente idílico para los ácaros y los alérgicos empiezan a tener más problemas.
Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) en nuestro país hay 12 millones de personas que lidian con alguna alergia. Lo que más nos hace estornudar es el polen (40%), pero muy de cerca se encuentran los ácaros. Al 27% de la población le lloran los ojos o les pica la nariz al compartir habitación con ellos. Así que, si la humedad de las sábanas les hace proliferar, teniendo en cuanta la cantidad de afectados por su presencia, estos universitarios británicos acaban de darnos la solución a los estornudos caseros: no hay que hacer la cama.
¿Qué son los ácaros? Son arácnidos, aunque pasen desapercibidos ante nuestros ojos, y de ahí su gusto por ambientes cálidos y húmedos. En gran medida, su supervivencia depende de la humedad y del sudor que desprendemos al dormir. Por esta razón, si dejamos que la cama y su ropa se ventilen estamos favoreciendo la deshidratación y, por consiguiente, la muerte de estos invasores microscópicos. Una situación que no sucedería, o no sucede, en aquellas casas donde la cama se hace cuando aún las sábanas guardan el calor de sus huéspedes.
Ahora bien, la aparición de ácaros o demás organismos generadores de alergias, como el moho, no está determinada tan solo por las condiciones climáticas de la cama. La humedad no sólo procede del calor corporal de los humanos; como venimos contando en este blog, el exceso de humedad en los hogares tiene su origen en muchos casos en la acumulación de vapor de agua, provocando los problemas de condensación, o en el empapamiento de la estructura del edificio por el agua que viene del terreno y moja los muros.
En cualquier lugar, ¡enhorabuena a los que tengan por costumbre salir por las mañanas y enfrentarse al día con la cama por hacer! Por fin hay alguien que está de nuestra parte.