El 30% de los inmuebles sufren de problemas de humedades en algún punto de su ciclo de vida.
Estos datos, que son estimaciones en base a la situación actual, pueden verse afectados por muchos factores en el futuro. Las previsiones climatológicas avanzan hacia un escenario en el que los episodios de precipitaciones violentas (como las ocasionadas en nuestro país durante las últimas Danas), se volverán menos frecuentes pero mucho más agresivos.
Del mismo modo, el deterioro de los edificios y el cambio en los materiales de construcción y reforma marcarán nuevos estándares, que pueden variar de forma sustancial el factor de riego de los hogares frente al ataque de las humedades.
Un problema frecuente, difícil de detectar en muchas ocasiones y que puede afectar tanto a la salud del edificio como a la de nuestras familias.
¿Existen formas de anticiparse a un problema de humedades?
Las causas principales de las humedades se reducen a tres:
- Capilaridad: ascenso del agua a través de poros en los materiales.
- Filtraciones laterales: paso del agua a través de las paredes por presión.
- Condensación: humedades debidas a la incapacidad para evacuar todo el agua debida a la actividad diaria y otros efectos.
Pero los síntomas de cada causa pueden variar y, en muchos casos, ocultar el verdadero origen.
Aunque saber a ciencia cierta cuál es el origen de las humedades solo está al alcance de los profesionales, hay algunas medidas que podemos tomar como referencia y que pueden ponernos en alerta ante un posible problema.
La condensación que nunca se marcha
Ducharse y cocinar son dos actividades que generan condensación. Si la ventilación natural del hogar no es suficiente, el exceso de vapor tiende a quedarse en paredes y techos. Se puede detectar ese efecto cuando el espejo del baño, la campana extractora o las ventanas no evacuan el vaho por completo (o en un tiempo prudente).
Contacto con masas de tierra
Casas unifamiliares, adosados con jardín, sótanos, trasteros y garajes son, tradicionalmente, lugares en contacto directo con la tierra. La tierra tiene un límite de absorción de agua, cuando éste es alcanzado (por lluvias o humedad relativa elevada), la presión del agua busca nuevos huecos por los que colarse.
Oscuridad y aislamiento: cartas ganadoras para las humedades
Armarios, bodegas, trasteros o estancias de almacenamiento (alacenas, cuartos de la colada) son lugares habituales donde es fácil encontrar un problema de humedades. Cualquier pequeña filtración de agua puede generar un problema de humedades. Normalmente este tipo de estancias no están ventiladas y no son de uso habitual, dos condiciones perfectas para las humedades.
Electrodomésticos defectuosos
Fallos en los electrodomésticos, cortes de luz sin ningún motivo o problemas al conectar dispositivos pueden sugerir un problema de humedades. El agua y la electricidad nunca se han llevado especialmente bien y la gran mayoría de las instalaciones eléctricas discurren por las paredes de nuestras casas. En estos casos puede que no se encuentren causas evidentes como manchas o desperfectos en la pintura. Pero los fallos eléctricos pueden ponernos sobre alerta ante un problema de humedades en el interior de las paredes.
Las humedades muestran sus síntomas de maneras muy diferentes. La prevención y la observación pueden ayudar a anticipar futuros problemas. Aunque desde Murprotec sabemos que un diagnóstico profesional establece e identifica el origen de la humedad y su solución inmediata.
Prevenir siempre es mejor que curar. Pero ante la menor duda siempre es preferible acudir a los profesionales.