¡El tiempo se ha vuelto loco!
Nunca antes esta frase había sido tan verídica. Hemos pasado, en apenas una semana, de una de las peores borrascas registradas a alguno de los días más calurosos registrados en Febrero. Temperaturas por encima de los 27 grados en la zona de levante o los 25,8 grados que marcan la segunda cota histórica, desde que se tienen registros en AEMET (agencia estatal de meteorología), en Bilbao.
Cambios bruscos en la climatología que sacan la sonrisa en algunos casos, pero que siempre tienen su contrapartida. Una situación de calor inusual debida a la presencia de un fuerte anticiclón y al efecto añadido de la mala calidad del aire. Un evento que hace que las diferencias entre el día y la noche estén alcanzando cotas de hasta treinta grados de diferencia.
La combinación de las precipitaciones de las semanas anteriores y esta variación térmica sacan a la luz una combinación de problemas que pueden suponer un serio varapalo para nuestros bolsillos.
Filtraciones laterales, capilaridad y ahora… ¡condensación!
Las lluvias, el temporal marítimo y la nieve de las últimas semanas han dejado una panorama complejo en muchas regiones. Una vez pasado el temporal, hay que enfrentarse a la capacidad de nuestro hogar para mantener el agua fuera.
La mayoría de las intervenciones que ha realizado Murprotec en las últimas semanas han tenido el temporal como detonante, pero ya estaban ahí antes de que llegaran las lluvias.
Las fisuras en muros y paredes, goteras y problemas en zonas bajas, como garajes o sótanos, han sido la tónica habitual en las noticias durante estos últimos días. El inusual calor y sol son un descanso frente al mal tiempo invernal. Pero las diferencias de temperatura anómalas para la época del año agravan los problemas de condensación. Esas gotas de agua que se quedan tras desaparecer el vaho de las ventanas, o que se quedan en el espejo del baño después de ducharnos, son efectos lógicos de la condensación. Los problemas vienen cuando ese vaho no desaparece o se suma a zonas donde ya tenemos problemas con las humedades.
¿Cómo diferencio una condensación normal de una problemática?
No hay una respuesta sencilla a esta pregunta. Las humedades por condensación comparten muchos síntomas con los otros dos orígenes de humedades (filtraciones laterales y capilaridad): las manchas en las paredes, el olor a humedad o la sensación de frío, son muy comunes en todas las humedades.
La condensación es más habitual en cocinas, baños y habitaciones exteriores. El textil de baño, cama o cocina puede darnos pistas. También podemos detectar un deterioro mayor en productos frescos que almacenamos fuera del frigorífico. La calefacción también nos da pistas. Mantener el termostato alto durante más tiempo o no conseguir caldear ciertas habitaciones pueden ser síntomas clarificadores. Aunque pueda parecer un problema, el aumento en la factura puede darnos el empujón que necesitamos.
Porque la realidad es que la única solución efectiva es detectar el origen de las humedades y eliminarlas de raíz. Una solución solo al alcance de profesionales con años de experiencia a sus espaldas.
No te dejes engañar por el buen tiempo y recuerda que tu hogar sufre las consecuencias aunque no se vean a primera vista.