A la hora de buscar vivienda se repite muy a menudo la misma pregunta: ¿Es luminosa? Y es que la entrada de luz natural en muchos casos resulta fundamental para mantener el buen estado de ánimo. Subir la persiana al despertar y que un rayo de Sol penetre en la habitación o estar leyendo con la luz que entra de la calle son esos pequeños placeres a los que cuesta renunciar porque ayudan a enfrentar el día con energía, vitalidad y optimismo.
Hace unos años, la revista científica ‘The Lancet’ publicó un estudio que demostraba que el efecto de la luz solar en los neurotransmisores del cerebro juega un papel muy importante en las alteraciones estacionales del estado de ánimo. Tras analizar la sangre de un centenar de hombres sanos, para medir la relación entre la concentración de la serotonina y las condiciones climatológicas y estacionales, se llegó a la conclusión de que la producción de serotonina por parte del cerebro era mínima durante el invierno, y el índice de producción de serotonina por el cerebro se relacionaba directamente con la duración prevaleciente de luz solar brillante.
En el mismo sentido, Slow Energy ha incluido este bien tan preciado, la luz del Sol, en su guía de consejos para mejorar la salud, el confort y la calidad ambiental en el hogar. Entre los trucos para amplificar la luz natural se encuentran situar grandes ventanales, que si son de aislamiento térmico permiten conservar el calor sin que se escape. Además, antes de alquilar o comprar la vivienda no hay que olvidar fijarse en que la fachada con más ventanas tenga orientación Sur. De esta forma en invierno hará falta menos calefacción por la incidencia del Sol en la casa y en verano podrá combatirse los potentes rayos con toldos o vidrios de control solar. Y para los que ya no puedan ampliar el tamaño de sus ventanas, pueden usarse espejos para reconducir la entrada de luz y multiplicar la luminosidad.
Beneficios para la salud de las personas que también inciden en la economía doméstica. Proyectar la casa teniendo en cuenta los favorables efectos que la luz natural tiene sobre el estado anímico ayuda también a aprovechar al máximo el calor procedente de la calefacción y evitar excesos en el gasto energético. De la misma manera que para ahorrar en esta factura es conveniente mantener a raya la humedad en el hogar, ya que dificulta su calentamiento con las corrientes de aire fría que puede provocar.