Existen varios tipos de humedad estructural, todas perjudiciales para la conservación de las construcciones; sin embargo, son las provocadas por capilaridad la patología más grave que puede sufrir una edificación. Y es que la degradación continua que produce la humedad en los materiales de la construcción, puede afectar negativamente a la estabilidad, seguridad y solidez de los edificios, llegando a provocar consecuencias irreversibles en el peor de los casos.
La capilaridad es el efecto que se produce cuando el agua que se acumula en la tierra empapa los muros y cimientos no aislados de la vivienda y, sube imparable mojando los materiales porosos de construcción hasta llegar al interior de los edificios. Así pues, este tipo de humedad estructural puede provocar problemas como manchas en las paredes por la aparición de salitre y moho, daños en la instalación eléctrica o el parqué, mayor consumo de calefacción y sensación de frío, malestar e insalubridad. Aunque es el riesgo de inestabilidad, provocado por la debilitación de los muros y cimientos por la acción del agua, el efecto más perjudicial.
Para evitar todos estos problemas que la humedad estructural por capilaridad puede producir, Murprotec recomienda que las viviendas o edificios, ante el más mínimo indicio de humedad, soliciten ayuda profesional. La empresa, lleva demostrando éxito con sus tratamientos 56 años y por eso garantiza sus resultados con 30 años. La empresa, líder en el diagnóstico y tratamiento contra la humedad estructural, aporta para estos problemas una solución definitiva capaz de mantener los muros y cimientos de las casas protegidos para siempre.