Por muy buena que el agua sea para el cuidado de las plantas, en exceso –como casi todos los excesos y extremos- puede darnos más de un problema. En la playa de Compostela está sucediendo algo parecido. El sistema de riego artificial del césped de la zona ha provocado la putrefacción de algunos de los árboles de este parque compostelano y, como consecuencia, la proliferación de unos hongos, que aunque naturalmente están presentes en la tierra, por las magníficas condiciones de humedad y calor, se están multiplicando dañando a su paso al resto de árboles sanos del parque. Como medida contra la dañina presencia de estos hongos, el Ayuntamiento procederá en los próximos días a la poda de la arboleda para favorecer la circulación de aire y el secado de la poda.
En definitiva, en esta ciudad gallega van a hacer lo que muchos hacemos en casa cuando el vaho no nos deja mirarnos al espejo o un olor a humedad inunda alguna habitación: ventilar. Con la diferencia de que en este parque probablemente funcione y en casa hay veces en las que cuesta más deshacerse del agua condensada.
Pero volviendo al problema en A Compostela, parece que a los árboles adultos les basta el agua de la lluvia para mantenerse en forma. Esto unido a que son más sensibles a los excesos cuando más años han pasado por ellos, hace que el desarrollo de los hongos de los que hablamos sea imparable. Éstos entran en el árbol por las raíces y van ascendiendo por el tronco hasta alcanzar la copa y las ramas. De esta forma, el ejemplar se pudre desde dentro, haciéndose cada vez más débil y secándose. Algo parecido a lo que le sucede a los muros de las viviendas cuando existe un foco de humedad en la tierra sobre la que se levanta; que ésta, como el agua en los árboles, penetra en los cimientos de la construcción, subiendo el interior de los muros, dejando a su paso, mal olor, manchas de moho o corrientes de aire frío.
La solución casera a los problemas de humedad por capilaridad o infiltración de las casas es la de ventilar. Sin embargo, no es efectiva. Por mucho que se ventile la vivienda, como el problema viene de lejos y ha estado gestándose en el interior de la estructura, el daño es demasiado grande como para solventarlo con aire. En este caso, primero hay que diagnosticar el origen del problema de humedad y luego aplicar un tratamiento. Dos pasos sencillos que serán del todo eficaces si los lleva a cabo el profesional adecuado: Murprotec.