6ª entrega Murprotec España: 25 años, 25 historias.
En Murprotec hay historias que definen lo que somos. Trayectorias que hablan de compromiso, superación y vocación. Una de ellas es la de Milagros Poveda, una figura clave en la historia contable y humana de la compañía en España que lleva más de dos años felizmente jubilada. A sus espaldas, años de esfuerzo, compromiso, decisiones importantes y un profundo sentimiento de pertenencia.
Todo empezó cuando Milagros, tras casi tres décadas trabajando como contable en otra empresa, se encontró sin empleo por el cierre de esta. En plena etapa de reinvención, realizó un curso de informática y nuevos programas tecnológicos y, casi por casualidad, encontró una oferta de trabajo de Murprotec en el tablón de anuncios del centro. “Hice la entrevista y a la semana me llamaron para decirme que fuera a firmar el contrato, al principio por tres meses. Recuerdo que el primer día después de firmar el contrato con Pascal Di Donato me dieron una caja llena de papeles con la contabilidad y me dijeron que en un mes tenía que estar todo al día. Me dieron autonomía total para establecer la metodología de trabajo que quisiera” recuerda Milagros como si fuera ayer y añade que “esto al principio me desconcertó porque estaba acostumbrada a seguir unas pautas marcadas muy estrictas, pero enseguida valoré la confianza depositada en mí. Esto es algo que me ha acompañado en toda mi trayectoria en Murprotec, ese sentimiento de sentirme siempre útil, valorada, escuchada y respaldada en todas mis decisiones”.
La empresa siguió creciendo y, en menos de un año, Milagros ya estaba contratada a jornada completa. “El principio fue de mucho trabajo y todos hacíamos un poco de todo. Nos llevábamos muy bien y eso era fundamental. Recuerdo con especial cariño a los compañeros de ese momento, Paco Julián, Jaume Martí, Jacop Ruano…Tenía que ayudar con las llamadas que entraban para consultarnos su problema de humedad en su domicilio y, a veces, eso parecía más el Teléfono de la Esperanza que otra cosa, los clientes me contaban sus penas y casi ni hablaban de las humedades de sus casas”, recuerda entre risas.
La importancia de hacer equipo
Cuando ya era insostenible que llevara ella sola la contabilidad de todas las delegaciones, le propusieron como responsable de Siege España para ampliar el equipo, pero ella fue sincera y les trasladó que, por motivos personales, no podía comprometerse a asumir el cargo y es aquí cuando se incorpora Josep Merino como director financiero de Murprotec España. “Como ya contó Josep, desde el primer momento nos complementamos muy bien y nos hemos apoyado todos estos años, estando más presentes en lo que al otro se le daba peor y viceversa. Estoy totalmente de acuerdo en lo de que hemos sido un buen tándem. La incorporación de más compañeras al equipo, como Marisol y Viviana y la entrada de Miguel Ángel López como CEO de España supuso un impulso al departamento, un sentimiento de apoyo a Siege España que nos tomamos como un reto para mejorar con muchísima ilusión”.
Al preguntarle a Milagros que por qué cree que es tan querida por todos lo tiene claro: “yo creo que siempre he intentado ser cercana, paciente, amable con todos y tratar a todo el mundo como me gustaría ser tratada, porque entiendo que los temas financieros y de recursos humanos son complicados, y que no me vieran como una auditora sino como una mano amiga para hacerlo bien. Y, como no, hacer equipo y ser familia”.
Y añade con emoción que “para mí es un honor que, llevando ya más de dos años jubilada, hayan querido que formara parte de la celebración corporativa del 25 aniversario en Tenerife y hayan tenido gestos tan bonitos como ser entregadora de un premio o que el CEO de Europa, Olivier Blancquaert me nombrara en su discurso. Efectivamente, me siento muy querida”.
Orgullo de seguir sintiendo que esta empresa es parte de mí
Milagros ha pasado en Murprotec momentos personales complicados y siempre ha sentido que la compañía estuvo apoyándola “y eso no se olvida”. Para ella, uno de los momentos más difíciles, pero también más gratificantes de su trayectoria en Murprotec fue al comienzo de la pandemia. “Decretaron la alerta el 14 de marzo y yo me encontraba enferma y débil, casi seguro que con COVID-19. Y tuvimos 15 días para reorganizarnos desde casa, gestionarlo todo y trabajar a destajo, pero, a finales de marzo, todo el mundo cobró: empleados y proveedores.
Fue un esfuerzo titánico y agotador de todo el equipo que, a su vez, me generó una sensación tan satisfactoria de poder con todo, de orgullo del trabajo bien hecho”.
Precisamente orgullo es la palabra con la que define su sentimiento por Murprotec: “Orgullo de haber estado, de haber contribuido, y de seguir sintiendo que esta empresa es parte de mí”.
Historias como la de Milagros Poveda son las que construyen Murprotec. No sólo por lo que hizo, sino por cómo lo hizo. Con compromiso, humanidad y esa mezcla de humildad y profesionalidad que deja huella.
Te dejamos el enlace directo de la 5ª entrega Murprotec España: 25 años, 25 historias