Ya se comentó hace justo un año en el medio El Confidencial: “La Unión Europea ha dictaminó el pasado año que la exposición constante al radón conlleva un grave riesgo para la salud. Después de 30 años de análisis científicos y estudios de laboratorio, la UE obligará a España a partir de este presente año, 2018, a tomar medidas para subsanar el problema. Este gas cancerígeno es muy peligroso y se desprende de múltiples focos. Pocos saben del peligro que puede entrañar la encimera de su cocina o la figurita de basalto que adorna la estantería, pero en realidad ambas están hechas de materiales que pueden desprender radón, el gas radiactivo que supone la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaquismo”
El radón es un gas radiactivo procedente de la decomposición del uranio que contienen muchos tipos de suelos, especialmente los graníticos. Este gas emana del subsuelo y se acumula en el interior de recintos cerrados, como las viviendas o locales.
El problema principal es que el radón no huele, no puede verse y sus efectos solo se notan a largo plazo. Según la Organización Mundial de la Salud, es el responsable entre el 3% y el 14% de los casos cáncer de pulmón en todo el mundo. Como no podemos detectarlo fácilmente en casa, lo mejor es prevenir y evitar las fuentes que pueden provocar que el radón llegue a nuestra vivienda.
Lo cierto es que en España muchas casas están llenas de radón, sobre todo en los sótanos y bajos. Zonas peninsulares como Galicia, el sur y el oeste de Castilla y León, norte de Extremadura y algunas zonas de la Comunidad de Madrid, son los lugares que pueden presentar mayor incidencia.
Galicia es la comunidad más expuesta al gas radón. Allí, en Asturias, parte de Cataluña y la sierra madrileña, al menos el 10% de los edificios presentan concentraciones de este gas por encima de los límites recomendados…
Como cabía esperar, son las mismas zonas que se encuentran en suelos graníticos.
El gas radón es muy nocivo en cantidades elevadas.
Como señalamos antes, el radón puede aparecer en nuestros suelos, garajes y sótanos, convirtiéndose en un problema muy serio. De hecho, son muchos los edificios que ya tienen como inquilino no deseado a este peligroso gas. Como se filtra en nuestra casa a través de los materiales porosos, es común que tenga relación con problemas de humedades. Para evitar su llegada, es ideal mantener una casa lo más aislada posible, y eso incluye también tratar los problemas de humedades lo más rápido que podamos.