Los parches temporales derivados de los remedios caseros, son más un problema que una solución. Tarde o temprano los problemas de humedades volverán, siempre que no consigamos llegar a su origen para encontrar la solución que mejor se adapte a la situación concreta de tu hogar.
Pinturas antihumedad, alicatar con azulejos, aplicar diferentes productos con propiedades especiales, cámaras de yeso laminado, absorvedores… podemos encontrar cualquiera de estos remedios caseros en nuestra tienda más cercana, pero ninguno de ellos resulta realmente eficaz ni eficiente contra ellas.
Porque finalmente, las pinturas continuarán desconchándose, los muros resquebrajándose y las manchas se asomarán por nuestros armarios, colchones, sábanas, paredes y techos. Poco a poco nuestro hogar se irá convirtiendo en un lugar lúgubre e insalubre, dando una sensación de dejadez y abandono.
Y aunque pueda parecer sencillo a primera vista, hacer un diagnostico eficaz y un control adecuado de la humedad por nuestra cuenta es muy complicado, porque aparece poco a poco, casi sin avisar, pero tampoco molesta demasiado.
Primero es una pequeña mancha imperceptible, para luego, crecer y transformarse en un elemento antiestético y dañino que puede poner en riesgo tanto la infraestructura de nuestro hogar, como nuestra salud.
Y en muchas ocasiones, más por nerviosismo, pretendemos solucionarlo nosotros mismos, incurriendo en pequeños gastos, que juntos, se convierten en una inversión que no arregla el problema de raíz, únicamente actúa sobre la manifestación.
Pero sin lugar a dudas, lo peor de no solucionar totalmente las humedades son los recuerdos que nos dejan.
El primer recuerdo que viene a nuestra memoria al pensar en la humedad, es la estética y como afecta al entorno. Paredes descorchadas o marcas de salitre, son viejas enemigas con las que tendremos que lidiar si no planteamos una solución eficaz. Pero como ya hemos podido ver, no terminan aquí las consecuencias.
Por un lado, tenemos a la salud de los habitantes de los hogares, en riesgo constante por la aparición de diversos tipos de hongos y microorganismos que son tremendamente perjudiciales para la salud, tanto para personas que ya padecen alergias, como para los bebes y ancianos.
Además, y a la larga, las vigas sufren un deterioro considerable, se destruyen paneles de yeso, las puertas y suelos pueden llegar a deformarse y elementos metálicos se oxidan y quedan inservibles.
Aquí nos podemos encontrar con problemas realmente serios, donde si hemos dejado avanzar lo suficiente a la humedad, tengamos que abandonar nuestra vivienda por riesgo de derrumbe.