La aluminosis es una ‘enfermedad’ del hormigón hecho con cemento aluminoso utilizado entre 1950 a 1977, cuando se prohibió su uso en elementos estructurales de las construcciones. Hoy sabemos que este material tiene un proceso de descomposición acelerado que puede poner en riesgo la resistencia de las vigas. Con el paso del tiempo, los edificios de determinadas zonas geográficas en los que se empleó este cemento dejaron ver daños graves, sobre todo en forjados, ya que fueron las viguetas pretensadas los elementos en los que se generalizó la utilización de este cemento.
Al cemento aluminoso pueden ocurrirle dos cosas: la conversión y la carbonatación. El primero de los efectos es un proceso químico con pérdida de volumen que da lugar a un hormigón poroso, facilitando que la humedad penetre al interior de las vigas. Y, en segundo lugar, la carbonatación, que tiene lugar al reaccionar el CO2 con los silicatos alumínicos, provocando modificaciones en la resistencia y acelerando la corrosión. Cualquiera de los dos procesos puede dañar de forma irreversible a las construcciones.
El riesgo de que los edificios sufran aluminosis aumenta en gran medida con la presencia de humedades, siendo aquellos lugares de la vivienda con exceso de humedad ambiental, como baños, cocinas o sótanos, los más susceptibles a padecer la corrosión de las viguetas de los solados. Tanto la ‘enfermedad’ del hormigón como los problemas de humedades estructurales, por separado, pueden perjudicar gravemente a la solidez de los edificios, cuando se unen su efecto se multiplica y puede ser muy peligroso.
Para evitar la aluminosis es crucial mantener la estructura de la construcción libre de problemas de humedad, ya que es este fenómeno el factor que más directamente interviene en la corrosión del hormigón. Para ello, hay que contar con el diagnóstico de especialistas en quitar humedades, como es el caso de Murprotec, quienes realizan al año más de siete mil tratamientos exitosos contra la humedad estructural.
Los tratamientos y la tecnología que utiliza Murprotec son exclusivos, patentados y están asegurados gracias a sus laboratorios de investigación. Además, ofrecen una garantía de resultados única en el mundo de la construcción de hasta 30 años.