Las chaquetas, los paraguas y los chubasqueros han vuelto a nuestras vidas. Aunque pueda parecer que ya estamos en pleno invierno, nada más lejos de la realidad. Tendremos que esperar casi hasta el inicio de las Navidades para recibir oficialmente la estación más fría del año (el invierno comienza el 22 de diciembre).
La cruda realidad, sin embargo, es que el frío se ha adelantado este año. Nos hemos enfrentado a uno de los Noviembres más fríos de los últimos años. Una excusa perfecta para desempolvar esos remedios caseros que tanto nos gustan y que, bien aplicados, pueden mantener el frío a raya hasta que en Marzo la primavera asome por el horizonte. Cabe recordar que el frío del exterior puede tener un poderoso aliado en las humedades del interior de nuestro hogar.
Te contamos algunos trucos y consejos para mantener el frío a raya.
Cortinas dentro, cortinas fuera
Uno de los consejos más útiles, sencillos y efectivos: abrir persianas y cortinas durante las horas de sol. Cerrar ambas cuando el sol desaparece. Un sencillo gesto que nos hará aprovechar los rayos del sol al máximo para calentar nuestro hogar y ahorrar en la factura de calefacción.
Un hábito que podemos complementar con un rápido vistazo a la condensación en las ventanas. Si observamos que el vaho tarda en desaparecer, puede ser que tu hogar tenga problemas para evacuar la condensación excesiva.
Calefacción inteligente
Si somos capaces de aprovechar al máximo el sol, podemos mantener el gasto en calefacción a raya. Haciendo coincidir el inicio de la calefacción con el momento que bajamos las persianas. Del mismo modo, se recomienda utilizar termostatos en las habitaciones para calentarlas secuencialmente.
De nuevo, un momento idóneo para visitar las habitaciones más frías y detectar si esa sensación es una causa natural, o es un frío relacionado con un agente como las humedades. Cabe recordar que un problema de humedades puede encarecer tu factura de la calefacción en hasta un 30%.
El mejor ataque: una gran defensa
Evitar la perdida del calor interior es tan importante como evitar que el frío se cuele en nuestro hogar.
Utilizar burletes en las puertas (para evitar que al aire frio penetre en casa), cubrir las paredes más frías (normalmente las orientadas al norte) con frisos de madera, papel pintado o estanterías de libros o utilizar alfombras para aislar los suelos del salón; son ideas que nos pueden ayudar a reducir la factura de la calefacción hasta un 15%.
Pero de nada nos servirá cubrir esa pared helada si hay una humedad detrás (de hecho empeoraremos el problema), de nada nos servirá poner una alfombra que no consigue dejar de trasmitir el frio (un textil húmedo es tan peligroso como la propia humedad) y de nada nos servirán los burletes si el frío ya está instalado en casa.
Dormir: básico para la salud
Elegir el textil de cama, un buen edredón, unas buenas sábanas, puede ser la mejor decisión para dormir cómodamente y olvidarnos de la calefacción (la temperatura que recomiendan los expertos en salud es entre 15º y 17º).
La comodidad del sueño esta relacionada con nuestra salud. Revisar que el textil de cama, que usamos año tras año en invierno, no presenta humedades, puede suponer una gran diferencia. También es la excusa perfecta para detectar una mancha de humedad en ese armario donde lo almacenamos.
Mantener el frío a raya se convierte en un reto cada invierno. Sin embargo, a la menor duda de un problema de humedades lo mejor es recurrir a la experiencia de los profesionales.