Para evitar sorpresas es necesario dedicar cierto tiempo al estudio de las diferentes ofertas y opciones que ofrecen los seguros multirriesgo para el hogar. La cobertura básica y fundamental por la que conviene contratar este tipo de seguro es la de responsabilidad civil, de esta forma si causamos daños a terceras personas la aseguradora podrá indemnizarles. No obstante, para poder estar tranquilos ante posibles siniestros que en casa, merece la pena también asegurar el continente y el contenido de la vivienda.
El objetivo de las pólizas multirriesgo es cubrir los imprevistos que puede sufrir nuestra casa y evitar los graves prejuicios que pueda causarnos. Por ello, a la hora de pedir presupuesto resulta fundamental contemplar que el seguro cubra:
– Los daños en el continente de la vivienda, es decir, en techos, suelos o instalaciones; también en caso de problemas provocados por incendios, robos o humedades en la estructura.
– Los daños en el contenido. Esto es, que el seguro pueda responder ante los desperfectos y averías en muebles y electrodomésticos con su reparación o reposición.
En el caso de un cortocircuito provocado por la presencia de humedades en los muros, por ejemplo, no tendríamos por qué preocuparnos, ya que estaríamos asegurados ante este tipo de incidencia.
– La responsabilidad civil, que en caso de provocar algún daño a terceros sea el seguro quien se haga cargo del pago de las reparaciones.
Es bastante común las filtraciones y manchas de humedad procedentes de una avería de los vecinos; en este caso el seguro es del todo útil, ya que haría cargo del problema.
– La defensa jurídica, gracias a la cual la póliza asume la defensa penal cuando se produzcan daños sobre nuestros bienes.
A partir de aquí, con una inversión de alrededor de 300 euros al año nuestra vivienda quedaría asegurada y nosotros más tranquilos ante los incidentes que pudieran ocurrir. En cualquier caso, al contratar un seguro del hogar hay que leer la letra pequeña y resolver cualquier duda que nos quede. Para no cometer fallos, por ejemplo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrece en su web una guía comparar y estar seguros a la hora de la contratación.