Las humedades en pisos altos son muy comunes. A pesar de que podamos pensar que aparecen con mayor frecuencia en sótanos, almacenes o garajes, a la altura o por debajo de nivel del suelo, lo cierto es que son un problema que vamos a encontrarnos en cualquier lugar, sin importar si vivimos en un tercer o un cuarto piso.
Las humedades por condensaciones son extremadamente comunes en cualquier lugar y un piso a una altura considerable no se librará de ellas. La condensación aparece cuando el aire de nuestra vivienda está saturado de humedad y el exceso de agua pasa a su estado líquido, depositándose en los lugares más fríos de la habitación, algo que no tiene tanto que ver con la altura a la que nos encontremos sino con las actividades que desarrollamos en nuestra vida diaria.
Cocinar en casa, darnos un baño o una ducha caliente, usar calentadores o lavar y secar la ropa son algunas de las actividades cotidianas que, día a día, hacen que la cantidad de vapor de agua que hay en el aire de nuestro hogar varíe… y, sobre todo, aumente, haciendo más fácil la aparición de las humedades por condensación. Otro factor a tener en cuenta es que una ventilación defectuosa o un sistema de aislamiento que no cumpla con los requisitos mínimos nos van a complicar todavía más.
La otra tipología a la que podemos enfrentarnos en cuando hablamos de humedades en pisos altos es la humedad por capilaridades. El agua que empapa el suelo sube a través de los materiales porosos de la construcción, como pueden ser las juntas y los ladrillos, atravesando cimientos y muros. Su peligrosidad radica en que son las responsables del desgaste de todos estos componentes que dan forma a nuestra casa. El proceso de desgaste de los edificios es normal, pero por culpa de este tipo de humedades se acelera, con el consiguiente peligro de la estructura de nuestro hogar. Por supuesto, afecta a todo aquello que no vemos, como la instalación eléctrica, y aquello que sí vemos, desde las paredes hasta los muebles o los objetos que tenemos dentro de casa.
Tanto subidas capilares que llegan hasta nuestros pisos por encima del nivel del suelo como las humedades por condensación traen consigo grandes problemas de salud. Las más afectadas son siempre personas con sensibilidad a problemas respiratorios, como rinitis alérgica, asma o cualquier otro tipo de enfermedad similar, que ven cómo aumentan las posibilidades de empeorar sus dolencias por culpa de estas humedades. Nunca hay que bajar la guardia, incluso si no sufrimos nada de lo anterior, pues pueden afectar también a aquellos que no tienen problemas de salud previos. Las dificultades respiratorios cuando la humedad relativa del aire es demasiado alta y derivadas de casas con humedades pueden desembocar en enfermedades crónicas que podrían haberse evitado simplemente tratando las humedades.
Las humedades en pisos altos se combaten de una manera particular a las de ras de suelo. La no transpiración del hogar y los malos aislamientos suelen ser motivos para su aparación. Si ya no es posible y nos tenemos que enfrentar a ellas, debemos contar con el asesoramiento de profesionales de las humedades que identifiquen exactamente nuestro problema y pongan a nuestra disposición sus conocimientos y métodos para erradicarlas de una manera totalmente personalizada para un 100% de efectividad.