Los nuevos brotes de coronavirus están llevando a las administraciones y los hogares a plantear nuevos escenarios.
La lucha contra el virus sigue añadiendo titulares en un verano que tiene poco de habitual. A las típicas estampas de playas, refrescos y bañadores, ahora hay que añadir mascarillas, distancia social y, lamentablemente, noticias sobre nuevos brotes. Desde que la humanidad habita en ciudades hay diversos problemas clásicos a los que nos tenemos que enfrentar y que, periódicamente, vuelven a primera plana.
Uno de esos sospechosos habituales son las humedades. Problemas en hogares, comercios y enseres que no son solo estéticos y que pueden reportar serios problemas estructurales y de salud. La primera pregunta es inevitable:
¿Las humedades pueden rebrotar?
Una pregunta de muy fácil respuesta para los que llevamos más de 70 años en la vanguardia de la lucha: Las humedades pueden rebrotar, sobre todo si no atacamos su origen.
Aunque se acabe con un foco de humedades, no significa que no puedan crearse nuevos focos. Aunque existen medios para aislar y proteger los hogares.
Humedades por capilaridad
Este tipo de humedades se dan por agua en ascenso a través de los poros del material. Se pueden detectar porque producen manchas en paredes en zonas no demasiado altas. El mal olor y fallos eléctricos son también habituales. Es el tipo de humedades que se suelen dar cuando hay alguna rotura en la instalación de agua o cuando hay puntos donde la condensación produce pequeños volúmenes de agua.
Consejo de Murprotec: las humedades por capilaridad son bastante fáciles de subsanar cuando conocemos su origen. También son las que más dependen de factores externos. La mejor forma de atacar este tipo de humedades es prestando atención a los síntomas y pidiendo un diagnóstico profesional con rapidez.
Humedades por filtraciones laterales
Se producen por el paso del agua a través de los muros desde masas de agua cercanas. Al igual que ocurre con las humedades por capilaridad, las manchas, el mal olor y los fallos eléctricos son síntomas comunes. En este caso nos podemos encontrar con manchas en techos. Son las humedades más habituales originadas por lluvias o problemas que generan mucha acumulación de agua.
Consejo de Murprotec: suelen ser humedades más costosas de eliminar debido a que el foco es más difícil de controlar. Sin embargo, una vez eliminado el foco, son más fáciles de vigilar ya que dependen, en gran medida, del aislamiento de nuestro hogar al paso del agua. Es importante no recurrir a remedios caseros en estos casos, ya que podemos estar tapando los problemas.
Humedades por condensación
Se producen por cambios de temperatura y la condensación del vapor de agua. Es el único tipo de humedades generado por nuestra propia actividad (cocinar y la higiene personal producen gran cantidad de vapor). Las gotas de agua en cristales, la acumulación de pequeños regueros en ventanas o la sensación de frío en habitaciones son síntomas distintivos.
Consejo Murprotec: la condensación depende mucho de la ventilación del hogar y el aislamiento. Si nuestro hogar no evacua el exceso de vapor puede condensarse y generar problemas. Tener un sistema de ventilación y renovación de aire adecuado es una solución casi definitiva a este tipo de humedades.