Es posible que el día 7 de enero sea el día más odiado por mucha gente. Después de tanta fiesta, regalos y comida a todas horas, llega el momento de afrontar la realidad de lo que llamamos “la cuesta de Enero”.
Una empinada pendiente que asociamos a la vuelta a la rutina y a todos los gastos de las fiestas que pesan en nuestro bolsillo. La cuesta de Enero es el momento para la vuelta a los gimnasios, los trayectos al trabajo y la cuenta atrás para las siguientes vacaciones. También es una especie de ventana de redención para muchos. Una especie de borrón y cuenta nueva. Una nueva oportunidad para lograr esos proyectos que siempre quedan en el tintero. La realidad es que muchas cosas cambiarán en 2020, pero hay otras muchas que seguirán tal y como las dejamos en 2019.
Las humedades siempre a lo suyo
Las noticias nos cuentan que la temperatura sube cada año, que los casquetes polares se derriten y que, tarde o temprano, tendremos que enfrentarnos a los problemas con el clima. Pero hay otros problemas que son mucho más mundanos y que están en la habitación del fondo. Ese olor a humedad, la fea mancha de moho del trastero o ese frigorífico del sótano que no termina de funcionar.
Las humedades, y su origen, seguirán campando a sus anchas si no hacemos nada al respecto. Por suerte, las fuentes de las que beben las humedades no cambiarán en este 2020. Como siempre nos gusta recordar en Murprotec, los síntomas de las humedades son señales que nuestro hogar nos envía en forma de problemas. La gran mayoría de las veces son solo incómodos: malos olores, manchas, sensación de frío en alguna habitación. Pero no nos podemos olvidar que un problema de humedades es una señal de que nuestro hogar está enfermo y un aviso de que la salud de nuestra familia puede estar en peligro.
Detectar manchas sobre los zócalos, muebles húmedos o podridos, problemas en los enchufes u olor a humedad en sótanos y garajes puede ser motivo de un problema por capilaridad. Desconchamientos en la pintura, manchas en paredes o techos de habitaciones a nivel del suelo o subterráneas y pequeños charcos de agua, son señales de que puedes tener un problema de filtraciones laterales. Vaho en las ventanas o en el espejo del baño, pequeñas gotas en el extractor de la cocina o notar que la colada tarda en secarse puede darte pistas sobre un problema de condensación. Son los tres orígenes habituales de la humedad. Pueden ser el único problema de tu hogar o uno más. El origen de las humedades no cambia, al igual que no lo hace la forma de atacarlas. Lo que sí podemos cambiar de cara a este 2020 es nuestra forma de afrontar los problemas.
Las humedades pueden ser incómodas, pero también pueden ser problemáticas y hasta catastróficas si no las atajamos a tiempo. Podemos poner parches o pensar que el problema no es tan grave, pero la realidad es que las humedades no van cambiar sus propósitos para este 2020.
La solución para acabar con ellas, de una vez por todas, es recurrir a los profesionales en la lucha contra las humedades y olvidarse de problemas.