En una época de estrechuras económicas nos empeñamos en ser nosotros mismos los que arreglamos los problemas domésticos, resistiéndonos a acudir a los expertos en cada caso. Pero muchas veces lo barato suele salir caro, y es mejor confiar en un buen profesional para que solucione de manera eficiente el problema
Un enchufe roto, un grifo que gotea, un papel que repele la pared o un azulejo que está a punto de caerse, para todo eso creemos tener la solución. Simplemente nos hace falta una caja de herramientas, subirnos las mangas de la camiseta y ponerse manos a la obra con ayuda de alguna búsqueda en Google.
Pero no todo es tan bonito y fácil. A no ser que seamos muy manitas, seguir las indicaciones de un vídeo o el hilo de una conversación de cualquier foro, acercarnos a una ferretería a por el material y remangarnos ante el problema no basta para ponerle remedio a ese problema que nos amarga la estancia en casa. Otra de las opciones que nos puede surgir es recurrir a nuestro padre, hermano o incluso cuñado apañado para que nos eche una mano para arreglar todo, a menudo su parche se despega y vuelve a salir el problema.
Para no poner en riesgo las relaciones familiares o el buen ánimo que tenemos de buena mañana, es mejor levantar el teléfono y ponerse en contacto con un buen profesional que solucione nuestro problema definitivamente. De esta manera, en las reuniones familiares del fin de semana, o en los cumpleaños de los más pequeños se seguirá respirando buen ambiente y, por qué no, también contribuimos a generar más trabajo en el sector.
CONFIAR EN LOS PROFESIONALES
Es cierto que hay problemas y problemas, no es lo mismo una puerta que chirría a un baño con vaho en los cristales permanentemente o un sótano cuyo pintura no para de caer. En los últimos casos el inconveniente viene de algo más profundo, que puede tener consecuencias más graves para la casa y sus habitantes que un molesto ruido al abrir la puerta del garaje. Afinando un poco, se trataría de la condensación por exceso de humedad en el baño o de una corriente de agua que sube del suelo por los muros de la casa empapando las paredes el germen de estos inconvenientes.
En este sentido, además de encontrar a la empresa adecuada para que erradique el problema, también es importante que los profesionales de la construcción tengan en cuenta la procedencia y los síntomas y las consecuencias del exceso de humedad en los edificios para poder prevenirlos. Con este objetivo, Murprotec viene realizando por toda España jornadas de formación en las que los profesionales del sector y los expertos antihumedad de las empresas comparten problemas y soluciones a este respecto.