La humedad ambiental es uno de los peores enemigos de la bronquiolitis infantil, una enfermedad respiratoria aguda frecuente en los primeros años de vida. Esta dolencia, que afecta a la parte final de los bronquios inflamándolos y obstruyéndolos, es más frecuente durante el invierno y principio de la primavera, pues el frío y las lluvias aumentan las posibilidades de que la humedad ambiental ascienda tanto dentro como fuera de nuestras casas y agrave el estado de la infección.
Por este motivo, si en casa no se mantiene el nivel adecuado de humedad, puede ser debido a que tengamos algún problema más grave de humedades a nivel estructural que no hayamos detectado, y es necesario hacerlo porque, esta situación, a los niños les puede no sólo agudizar su malestar sino impedir aún más el paso normal del aire a sus pulmones.
Puesto que esta enfermedad además se manifiesta en forma de dificultad respiratoria, puede pasar desapercibida y lo peor es que, con un excesivo nivel de humedad, pueden crearse manchas negras en paredes y techos de hongos y moho, que suponen el cobijo perfecto para la proliferación de todo tipo de bacterias y microorganismos que afectan aún más nuestra salud, causándonos o empeorando, además de todo tipo de enfermedades respiratorias, también alergias, dermatitis y otros problemas de tipo reumático.
Murprotec, profesionales especializados en el diagnóstico y tratamiento de las humedades estructurales, saben las consecuencias que la humedad puede provocar en nuestra salud y por eso, siempre recomiendan acudir a los expertos para que detecten el problema y lo erradiquen para siempre, asegurándonos así una tranquilidad para nuestro bienestar y la salud de nuestros hijos.