¿Alguna vez te has levantado una mañana y has visto agua en tus ventanas o manchas de moho en las paredes (esquinas, bajos…)? Si tu respuesta es afirmativa, es muy probable que tengas una problema claro de humedades por condensación.
Cuando la cantidad de vapor de agua supera el 45% en el ambiente del interior de un edificio, pueden comenzar a aparecer efectos nocivos para el ambiente de tu hogar o local. Aunque también existen factores que pueden variar esta cantidad:
- Habitantes de la casa.
- Actividades diarias (baños, duchas…)
- Cocinar
- Lavarse
- Secar la ropa
- Uso de calentadores y otros aparatos
- Así que será necesario ponerse manos a la obra para encontrar una solución real y definitiva a este tipo de problemas que se nos presentan.
Y para comenzar a encontrar esta solución, uno de los pasos más importantes y primordiales, es conocer el origen:
- Este tipo de humedades se producen cuando el exceso de vapor de agua existente en el ambiente de la vivienda se transforma en estado líquido. Este fenómeno aparece al estar el aire saturado de agua en estado gaseoso. El exceso de agua se deposita en los lugares más fríos de la estancia produciendo signos característicos como son la condensación en ventanas, paredes con humedades severas, etc.
Si a todo lo anterior, le añadimos una ventilación deficiente, puede llegar a provocar daños y problemas variados, que a la larga serán sin duda muy nocivos tanto para los habitantes de la vivienda como para los diferentes elementos, materiales y productos que en ella se encuentran.
Después de identificar su origen, hay que mirar a los causantes, con algo siempre en mente: el mayor problema de este tipo de humedades se produce en el interior de las viviendas.
Por todo esto, hay que buscar la solución a medida que mejor se adapte a este tipo de situación. Y de nada valen ciertos remedios caseros que únicamente empeorarán nuestra situación, sino que debemos ponernos en manos de profesionales, para tener un diagnóstico completo y un estudio totalmente personalizado.