En pleno debate por el precio de la luz en nuestro país, y con un tiempo climatológico poco predecible, la factura de la luz de nuestro hogar ha pasado a ser una de las prioridades a revisar para controlar nuestra economía doméstica.
Cuando es elevada, nuestras miradas tienden a los grandes focos de gasto de electricidad, como la calefacción, el agua caliente o el uso de electrodomésticos, como la lavadora, la cocina o el lavavajillas. Aunque normalmente éstos son las principales fuentes del gasto, no hay que olvidar que actualmente disponemos de una gran cantidad de dispositivos más pequeños, que también contribuyen a aumentar el gasto.
Si nos ponemos a sumar es bastante probable que a la televisión, que está en cualquier hogar, se haya sumado una segunda televisión, un par de teléfonos móviles (que cargamos cada noche), un ordenador portátil, una tablet y es probable que un ordenador de sobremesa. Además, en los últimos años, empiezan a ser comunes los dispositivos de televisiones a la carta, y en el caso de tener familia es muy probable que dispongamos de alguna consola de videojuegos.
Todos estos aparatos tienen un consumo muy bajo de electricidad, pero también son muy sensibles, y con el paso del tiempo y con el deterioro, tienden a perder eficacia, con lo que sus baterías se consumen antes, o funcionan peor, y hacen que necesitemos más energía para mantenerlos en activo.
Lo que menos gente sabe es que las humedades afectan en gran medida al funcionamiento de los dispositivos electrónicos, ya que dañan sus circuitos y, además, acortan la vida útil de las baterías. Es por ello que la combinación de un montón de útiles dispositivos electrónicos y la presencia de humedades es realmente mala.
Los problemas de humedades dentro de la vivienda son más comunes de lo que pueden parecer. La condensación provocada por la cocina o higiene diaria, así como los cambios de temperatura entre la noche y el día (tan común en esta época), pueden hacer que se generen humedades si nuestra vivienda no tiene la capacidad suficiente para ventilar o eliminar el exceso de vapor de agua.
Los expertos en el tratamiento de humedad pueden localizar el origen de las humedades y asesorarte para encontrar la manera definitiva de eliminar tus problemas.