La humedad deteriora y mucho cualquier material. Cuando además se trata de obras de arte hay que tenerlo en cuenta aún más, si cabe. Lienzos, dibujos, murales, frescos, cuadros… auténticas joyas de la pintura que al estar expuestas a la humedad y a un nivel ambiental desequilibrado, lo más probable es que se deterioren y, poco a poco, se acaben perdiendo para siempre.
No vale de nada acabar con el moho en las paredes si no se encuentra el origen de la humedad que causa el daño. Así ocurrió hace más de una década, cuando las cuevas de Altamira tuvieron que cerrarse al público porque las pinturas rupestres del interior corrían el peligro de desaparecer.
En los museos que albergan cientos de cuadros con siglos de historia pasa lo mismo, es necesario prevenir que cualquier contratiempo les cause daños. Los constantes cambios de humedad y temperatura por el trasiego de visitantes, la climatología, etc. suponen la peor amenaza para estas importantes obras, que necesitan unas condiciones ambientales y de conservación muy especiales que eviten su deterioro.
Cuando no se cuenta con ellas o no se toman las medidas necesarias, los riesgos ante la humedad aumentan. En casos como este, dada la índole de las posibles pérdidas, si hay un problema de humedad estructural de nada sirve un deshumidificador. Si además ésta humedad está causando en el interior de las salas la aparición de moho negro, utilizar pintura antimoho, lo único que hará es prolongar la situación, porque la humedad no desaparece.
Demorar, por tanto, la solución a los problemas, no trae más que inconvenientes. De hecho, así ha sido el caso que hemos conocido de la cúpula del auditorio de la casa de cultura de Porto do Son, cuyo valioso mural del pintor Alfonso Costa, se degrada por momentos a causa de la humedad, una situación de la que nadie se hace cargo desde principios de año.
En cualquier caso, contar con el trabajo de especialistas para que erradiquen las humedades y determinen si existe o no un aislamiento adecuado, si hay que tratar el problema desde el interior o desde el exterior, o si el tipo de humedad es accidental o a consecuencia de la humedad estructural, es lo único que asegurará definitivamente la eliminación de la humedad por completo. Sólo ellos pueden encargarse de poner el tratamiento adecuado para conseguirlo, ya sea en un museo, en una cueva o en nuestro propio hogar.