El vino necesita unas condiciones de temperatura, iluminación y humedad determinadas para que se conserve en buen estado. Aunque esto no es lo único importante, el tiempo que permanezca guardado y la posición en la que lo haga también son de suma importancia para que sus propiedades permanezcan intactas. Así pues, para que el vino madure sin estropearse, debe estar a una temperatura entre 12 y 18º, bajo ninguna circunstancia pueden usarse fluorescentes o halógenos y la circulación del aire debe ser constante, para mantener una humedad del aire que no supere el 75%, pero tampoco sea inferior al 50%. En cuanto a la posición y el tiempo que debe permanecer guardado; es conveniente tenerlos almacenados en posición horizontal y no hay que dejarlos eternamente guardados, pues también envejecen y se estropean.
En definitiva, el mejor lugar para guardar los vinos son los sótanos caseros. Para quienes no tengan la suerte de contar con esta estancia en su casa hay que evitar guardar el vino en la nevera más allá de unos pocos días; pues las vibraciones son perjudiciales para el vino y la temperatura baja en exceso provocará que el caldo pierda su sabor y aroma. No obstante, también habrá familias que dispongan de sótano que puedan habilitar como bodega pero donde el vino corra tanto peligro de perder sus propiedades como en el frigorífico: aquellas que no sepan cómo evitar las humedades en su sótano.
Tan malo es la falta como el exceso de humedad. El vino es muestra de ello. Sin embargo, quizás sean más las consecuencias de altos niveles de humedad en las plantas subterráneas. Caída del revestimiento y malos olores, disminución de la capacidad de carga de los muros de la construcción y un aumento en el gasto de calefacción de hasta el 15% son los efectos más frecuentes del exceso de humedad en sótanos, garajes o bodegas. Un exceso debido a la infiltración en la estructura de las viviendas del agua que contiene el terreno que la rodea. Para eliminarlo no hacen falta ni obras ni maquinaria pesada; eso sí, si se cuenta con expertos profesionales como Murprotec. Basta con impermeabilizar la vivienda con los productos de Murprotec, que se aplican desde el interior, por lo que las obras no son necesarias. De esta forma, el exceso de humedad en el subsuelo acabará para siempre y así el vino, como el resto de enseres, permanecerá en las condiciones idóneas.