Hartos de que el frío entre por las ventanas, los cristales se empañen, desconchones en los techos o las machas de moho en paredes, los deshumidificadores se convierten en una herramienta rápida y asequible para solucionar los problemas de humedades estructurales en viviendas u oficinas y acabar con el malestar de aquellos quienes las padecen. Lo que pocos saben es que la teoría poca relación guarda con la realidad. Y es que estos aparatos sirven de poco, frente a la instalación de una Central de Tratamiento de Aire (CTA), capaz de eliminar al cien por cien el problema.
Lo deshumidificadores se presentan como una solución rentable, sin necesidad de obras ni preocupaciones. Como dice la palabra, un deshumidificador tendría que quitar la humedad del ambiente. Pero, no sucede así. Las dimensiones de este aparato son escasas, por lo que su impacto tan sólo llegaría a una de las habitaciones de vuestra vivienda, en el caso que quisiéramos limpiar de humedad distintos puntos de la casa, tendríamos que comprar varios deshumidificadores; opción que provocaría un aumento del gasto energético, y por supuesto, nuestro bolsillo lo notaría.
Otro de los grandes inconvenientes que suelen provocar los deshumidificadores es que una vez instalado puede ser molesto, ya que hace bastante ruido, por lo que hay que apagarlo sí o sí por la noche antes de ir a dormir. ¿Qué ocurre? Pues que una vez desconectado vuelve a salir el vaho en los cristales por la mañana, y de este modo, reaparece el problema.
Al final, lo que ocurre es que lo barato sale caro. Una adquisición como los humidificadores que lo busca es rentabilizar el problema de humedades estructurales, termina por convertirse en un gasto económico por el aumento de energía de la vivienda, más un estorbo, molesto y sonoro, que aborrece a todo aquel que lo sufre. Por consiguiente, dirigirte a una empresa especializada en humedades, es la solución más fiable y correspondiente para resolver estos temas.
Los profesionales de Murprotec acuden a la vivienda afectada, estudian el caso y aconsejan la instalación de una Central de Tratamiento de Aire o CTA, en función del problema que se sufra. Es un sistema que renueva permanentemente el aire y erradica el exceso de humedad ambiental. Y así, se evitará para siempre el vaho, los malos olores, y como no, las manchas de moho.