Sí, aún hace un poco de calor, pero el frío está ahí, a la vuelta de la esquina. No queda mucho para que los catarros nos lleven a las salas de espera o para que la fiebre arrase por completo nuestro sistema inmunológico. En invierno, los virus que causan los resfriados y la gripe circulan frecuentemente a sus anchas por nuestros cuerpos; también aumenta la probabilidad de contagio, que es mucho mayor. Lo mismo ocurre con nuestros hogares. Las paredes de las casas también se resienten en esta época del año (aunque no exclusivamente); las manchas de moho son uno de los indicadores más comunes de la existencia de problemas de humedad.
El moho ataca cualquier edificación casi sin avisar. Si hay un exceso de humedad en el ambiente es fácil que este tipo de hongo impregne los muros y el mobiliario de la vivienda. Desde las juntas de la ventana, la silicona de la bañera o la ducha, hasta las esquinas de paredes y techos, pasando por el apulgarado de las toallas o prendas de vestir. El moho se cuela en cualquier estancia. Menos mal que su mal olor le delata.
Por lo general, el moho proviene de un problema de humedad por condensación, fruto de la actividad y las tareas domésticas diarias; puede ocurrir que el aire no se renueve con la suficiente periodicidad y se “contamine” por el alto nivel de humedad en la estancia. Un hecho que no sólo provoca la aparición y proliferación del moho negro que mancha las paredes, sino que además puede dar lugar al desarrollo de bacterias que pululan por el aire hasta, en el peor de los casos, alcanzar el sistema respiratorio de los habitantes de la vivienda, empeorando los síntomas en personas con alergia o asma.
Las manchas son difíciles de eliminar. Cualquiera que haya intentado limpiar, pintar o usar bolas antihumedad o deshumificadores lo habrá podido comprobar. Sin embargo, no por ello hay que dejarlo estar. Las esporas del moho proliferan detrás de los revestimientos y con el paso del tiempo puede conllevar un riesgo para la salud. Ahora bien, la solución es menos complicada, y sobre todo para siempre, si se cuenta con los profesionales adecuados. Es el caso de Murprotec, que con 70 años de experiencia ha logrado desarrollar el tratamiento definitivo a los problemas de humedad por condensación gracias a sus centrales de tratamiento de aire de última generación.