Los interiores húmedos favorecen las alergias. Así lo determinó en su día un estudio finlandés hace unos años. El Institute of Health Sciences de Oulu estudió la relación entre el exceso de humedad y moho en las viviendas y el desarrollo o empeoramiento de la rinitis alérgica en los más pequeños. Según ha determinado este informe, en el que se estudiaron a casi dos mil niños de entre 1 y 7 años, más del 15% de la población infantil que habita en lugares con humedades y hongos acaban sufriendo esta enfermedad. En el lado opuesto, algo más del 10% de los niños que desarrollaron la rinitis en hogares en los que no había síntomas de condensación o infiltraciones de agua.
Una prueba que deja claro la relación que existe entre la presencia en demasía de humedad en los hogares y el desarrollo y empeoramiento de enfermedades respiratorias, como la rinitis, en los más pequeños de la casa. Una demostración que de que las humedades no sólo afectan a las paredes y techos, a los cimientos y muros y al mobiliario; sino que también puede ser igual o más perjudicial para la salud de las personas. O lo que es lo mismo, mientras que el moho mancha las paredes y desprende mal olor, afeando el aspecto de la vivienda; por otro lado, el mismo moho dificulta nuestra respiración y nos provoca síntomas tan molestos como el lagrimeo constante, irritación en los ojos, estornudos, dolores de cabeza o trastornos del sueño entre otros muchos.
Uno de los tratamientos más eficaces, tanto para los síntomas referidos a los edificios como para los que tienen que ver con la rinitis alérgica, es la eliminación del problema de humedad de raíz. Esto es, atacar al origen de los síntomas sin miramientos. En esto son especialistas los profesionales de Murprotec, quienes actúan de médicos en ambas situaciones. Además, sin titubeos, diagnostican dónde nace la mancha de moho que nos provoca mal olor o nos empeora nuestras alergias. Del mismo modo que sin temblarles el pulso acaban con los problemas para siempre. ¿Qué medicamento puede garantizar esto?
Ni ibuprofenos, ni paracetamoles, ni vacunas. Al igual que tampoco acaban definitivamente con el problema de humedad las bolas antihumedad o los revestimientos con estas características. Al final las consecuencias de la presencia en exceso de humedades en el hogar sólo se terminan cuando se termina con ella misma, atacándola desde su origen.