El inicio de este 2020 ha sido una lucha contra las humedades para Cantabria.
Las obras en los juzgados de Medio Cudeyo terminan con los problemas estructurales y de humedades. A mediados de febrero se terminaban las obras de remodelación de la sede judicial en la localidad Valdecilla. Con un presupuesto de más de 400000 euros se ponían fin a problemas de humedades que empezaban a suponer un peligro estructural. Además se ha aprovechado la intervención para mejorar la tecnología y dotar al edificio de una utilidad mayor.
Un presupuesto más modesto, entorno a los 100000 euros, es lo que destinará el gobierno cántabro para reparar los problemas de filtraciones del tejado del Ayuntamiento de Castro Urdiales. El edificio histórico, antigua sillería que data del siglo XVI, atravesaba problemas que amenazaban con desprendimiento de parte de la fachada.
Problemas similares a los que se van a subsanar en el castillo de San Vicente de la Barquera. Detener el desprendimiento de una de las fachadas y atajar el problema de humedades que afecta a algunos de sus muros costará al consistorio unos 50.000 euros.
Caras y necesarias soluciones que mucho tienen que ver con el clima cántabro, y que no solo afectan a edificios monumentales o institucionales.
Cantabria es una de las provincias del norte más afectada por los problemas de humedades.
Es un clima muy difícil de predecir y además es muy diferente debido a la orografía. Los problemas de humedades en la provincia son muy variados y muchas veces están enquistados.
La llegada de la primavera, de las últimas lluvias históricas antes de que el verano llame a la puerta, es una nueva llamada de atención para vigilar las zonas calientes de las humedades. Aunque la climatología cántabra es impredecible y muy variada los indicios y soluciones son muy similares en todos los casos.
Cantabria sufre de humedades por capilaridad (que ascienden por los poros de los materiales) y filtraciones laterales (paso del agua a través de los muros). Esto es debido al volumen de precipitaciones, pero también a un mantenimiento deficiente o problemas estructurales.
Detectar desperfectos en la pintura de las paredes, manchas u olor a humedad son los primeros síntomas de que el agua está penetrando en los muros.
Una buena ventilación y la vigilancia de fachadas, cubiertas, sótanos y jardines (en caso de haberlos) son buenas prácticas que pueden ayudarnos a detectar un problema de humedades. Pero, ¡cuidado!
En Murprotec nos encontramos con muchas intervenciones en las que las humedades están tapadas por pinturas especiales o que se encuentran en habitaciones con deshumidifacores o productos anti humedad.
Este tipo de productos pueden ser útiles cuando se ha detectado, y eliminado, el foco donde se producen las humedades. Utilizarlos como solución definitiva solo es un desperdicio de dinero y paciencia. Nosotros lo tenemos claro: en un clima como el cántabro, tan inestable, los síntomas de las humedades son más peligrosos que nunca.
La única forma de acabar con las humedades es eliminar su origen.
Cantabria es conocida por su buen clima, su combinación de playa y montaña y una rica cultura histórica. Introducir las humedades en los panfletos turísticos nunca debería ser una opción.
Ataja los problemas graves acudiendo a los profesionales en la lucha contra las humedades.