Las humedades no sólo aparecen en paredes, techos y los suelos, también el mobiliario de nuestro hogar puede ser víctima de los niveles altos de humedad ambiental en el interior de los edificios. Los armarios empotrados, también los que no lo son, suelen ser una de las dianas del mobiliario a las que apunta la humedad estructural cuando aparece en los hogares. Tienen por condición, estropear la ropa guardada en ellos y el deterioro de marcos, puertas y la madera que lo compone.
Tanto los problemas de humedad por condensación como los de capilaridad e infiltración crean un hábitat perfecto para que los hongos y bacterias nazcan y proliferen. De este modo, se instalan en los armarios. Se alimentan de la madera y dejan cicatrices permanentes en los muebles. Además, todos aquellos enseres que permanezcan en su interior se estropearán; aunque lo peor es que pueden causar infecciones en el ser humano a través de los tejidos a los que haya afectado. Es decir, ponen en riesgo tanto la estructura y la estética del mobiliario como la salud de las personas.
La aparición de manchas blancas en la ropa o el fuerte olor a humedad en los tejidos son la clave para adivinar que nuestros armarios están siendo atacados por este tipo de microorganismos. Por tanto, acudir a expertos en el sector lo antes posible será lo mejor para evitar cualquier peligro en la infraestructura de nuestro hogar e incluso de nuestra salud.
Por consiguiente, Murprotec, empresa líder en Europa en el sector contra la humedad, advierte diagnosticar el origen del problema que afecte a la vivienda y propone soluciones definitivas. Una vez localizado el epicentro, la patología pertinente y su solución correspondiente, el moho de los armarios y la ropa desaparecerá al instante del hogar.