El Departamento Nacional de Energías Renovables norteamericano (NREL) ha sido el encargado de desarrollar un test capaz de detectar cantidades ínfimas de humedad en los aparatos tecnológicos. Resulta, que los dispositivos electrónicos que nos acompañan en nuesta vida cotidiana disponen de una película protectora que sirve de barrera y protege al utensilio de la entrada de humedad en su sistema. No hace falta que sea agua vertida sobre el aparato, esta sustancia en estado gaseoso, una vez se ha condensado, también puede provocar fallos en el funcionamiento de móviles, ordenadores y demás.
La barrera de la que hablamos puede proteger al aparato electrónico de la humedad durante más de diez años; ahora, con la prueba puesta en marcha por este grupo de investigadores nuestros dispositivos estarán más seguros. El ‘test de calcio eléctrico’, que es así como se llama este método, utiliza moléculas de calcio para para ponerle freno a la corrosión que el líquido provoca en tales aparatos. Los desarrolladores del arma de lucha contra la humedad destructora de la tecnología quieren estar seguro de que verdaderamente la técnica que proponen es capaz de bloquear la entrada de humedad en los utensilios electrónicos; para ello realizan pruebas de exposición a ambientes muy húmedos de hasta 1.000 horas.
Aunque creamos que nuestro móvil, por ejemplo, ha pasado todo tipo de pruebas para asegurar su resistencia a condiciones extremas, lo cierto es que este método presentado en EE.UU. es entre 100 y 1.000 veces más sensible que cualquiera de los test comerciales por los que se someten a los aparatos tecnológicos. El método del calcio eléctrico también ha demostrado multiplicar por 15 el rendimiento de las más punteras y eficaces pruebas comerciales del mercado actual.
Ahora bien, hablamos de condiciones extremas, pero no tienen que serlo tanto, ya que basta con que exista un exceso de humedad procedente y provocada por los fenómenos diarios de condensación, del tipo duchas, cocinas, lavadoras y secadoras, para que el agua, aun en estado gaseoso, acabe afectando al aparato eléctrico, por más novedoso que sea. Es decir, no es necesario que la lluvia nos moje el portátil para que éste empiece a sufrir a casa de la humedad. De esta manera, un problema de humedad por condensación en casa puede influir en el rendimiento de estos aparatos. Cuidado, por tanto, con exceder los límites.