A escasos días de que el gordo de barbas blancas y traje rojo aparque su trineo tirado por renos en el tejado nuestra casa y baje con un saco lleno de regalos por la chimenea debemos plantearnos si la chimenea está en condiciones de recibir visitas. Si no queremos quedarnos sin regalo de Navidad, más nos vale asegurarnos, además de apagar la chimenea en la madrugada del 25 de diciembre para que Papa Nöel no tenga dificultades en bajar, de que ésta está en correcto estado y no tiene grietas que permita la entrada de humedad, la proliferación de moho y ponga en riesgo la fortaleza de la estructura.
Los materiales con los que se construyen las chimeneas son, por supuesto, resistentes a las altas temperaturas que alcanza el fuego. No obstante, la mampostería siempre acaba perjudicada por el calor, por lo que es muy complicado evitar que el mortero y los ladrillos se agrieten. En estos casos eventuales la reparación debe ser inmediata, ya que el fuego sigue subiendo y la grieta puede ser un foco de peligro de incendio. No hay que alarmarse, pues bastan unas cuentas herramientas y materiales fáciles de encontrar. Ahora bien, quizá sea éste el problema más grave que puede originar una chimenea en mal estado, pero un mortero agrietado también puede ser la raíz de un problema de humedad.
En este supuesto, la humedad entra en los materiales de construcción de la chimenea a través de sus grietas, dando lugar a la aparición de moho y el deterioro de la propia estructura. El moho afea la chimenea, debido a las manchas que genera, y es el responsable del mal olor que en muchas ocasiones hace acto de presencia en las zonas del hogar donde la humedad es excesiva. Más riesgo conlleva la segunda consecuencia, ya que el material puede perder resistencia y provocar algún que otro accidente indeseado. De ahí la importancia de la rápida aplicación de la solución.
Para quienes esperen a Papa Nöel ya saben lo que tienen que hacer. También para aquellos que prefieren a los Reyes, pero les gusta disfrutar de una estampa navideña al calor de la chimenea. Al fin y al cabo, a unos y a otros les interesa tener una chimenea en perfecto estado. Y, por último, para quienes no tengan siquiera chimenea pero estén percibiendo como el calor de la calefacción se escapa y no es capaz de acallar las corrientes de aire frío que han aparecido en el hogar, más de lo mismo: ojo con los problemas de humedad estructural, que no lo arreglan ni Papa Nöel ni los Reyes, ni siquiera el manitas de la familia; quien no falla en estos menesteres es Murprotec.
