El lepisma saccharina, o más comúnmente conocido como “pececillo de plata”, es una de las criaturas más antiguas del mundo, pertenece al grupo de los tisanuros y existen restos fósiles de hace 400 millones de años. Su nombre se debe a su color gris metálico brillante, son muy pequeños porque miden un centímetro de longitud y, a pesar de no ser muy conocidos, es probable que muchos de nosotros compartamos casa con ellos.
¿Nunca os ha pasado que de repente descubrís un pequeño agujero con manchas amarillas en la ropa? o ¿habéis encontrado alguna vez algo gris brillante en un rincón escondido de una habitación? Pues por si no lo sabíais, estas son las señales que van dejando los pececillos de plata a su paso. Son muy difíciles de localizar por su pequeño tamaño, de hecho, es muy complicado verlos a simple vista, hay que ir a buscarlos a propósito. Otro inconveniente es que estos insectos huyen de la luz y viven y proliferan en la oscuridad buscandoambientes húmedos, con moho, restos de papel y almidón para alimentarse, lo que dificulta aún más su detección.
Tener un nivel de humedad alto en casa puede provocar distintos problemas en la estructura del edificio y también en nuestra salud, pero además, puede propiciar las condiciones idóneas para que una infestación de pececillos de plata se convierta en una plaga. Puesto que sólo pueden vivir en la oscuridad y, en muchas ocasiones la humedad va de la mano con ella, no solo tenemos que controlar el nivel de humedad en casa, sino que debemos eliminar también la plaga. Para ello tendremos buscar ayuda para localizar la presencia del Lepisma Saccharina y que consigan eliminarlos. Aunque no sean agresivos, no es agradable vivir con ellos, sobre todo porque son la consecuencia de un problema mayor como es la humedad.
Si tienes humedades en casa y sospechas que también conviven contigo estos particulares insectos, el consejo es no confiar en remedios caseros que en principio puedan parecer la manera más barata y rápida para resolver el problema. Esto siempre resultará un remedio a corto plazo que al final será más caro en el tiempo y por la cantidad de veces que tendrás que aplicarlo. Los problemas siempre hay que tratarlos de raíz, y, en este caso, la raíz es la humedad. Así que, antes de que nuestros pequeños amigos tomen posiciones en la casa, lo que tenemos que hacer es acabar con la humedad en todas las habitaciones.
Ni bolas anti humedad, ni deshumificadores, ni sal en medio de la habitación, ni pintura antimoho especial para las paredes. Si quieres encontrar una solución eficaz, todas esas cosas no te servirán de nada. En nuestro caso, lo primero que hay que hacer es contactar con profesionales como los de Murprotec para que determinen el problema de humedad que tenemos y puedan acabar con él definitivamente, y después encargarnos de los pececillos para que no vuelvan a aparecer por ningún lado.