Muchos de los problemas que aparecen en las construcciones pueden tener su origen en los efectos que causa la humedad estructural.
El deterioro que la humedad puede producir en los elementos y materiales de la obra, además de poner en peligro la solidez y estabilidad del propio edificio, puede disminuir su protección térmica. Esta situación se puede dar por la capacidad de absorción de los materiales porosos y/o porque se hayan dañado con el paso del tiempo, por eso es tan importante conocerlo y tenerlo en cuenta a la hora de solucionarlo.
La humedad estructural puede atacar tanto a los elementos metálicos de la construcción, provocándoles corrosión y por tanto deterioro, como al resto de materiales de los cimientos, muros y mamposterías. Y, una vez que la humedad los ha impregnado, puede atravesarlos hasta llegar al interior de las viviendas, mojando paredes, techos, etc. y provocar, consecuentemente, desperfectos en yesos, pinturas, revoques, y resto de objetos del interior.
Además, la elevada pérdida de calor que producen los problemas de humedad, puede derivar en un aumento del consumo de calefacción, lo cual aumentaría también el gasto económico.
Murprotec, especialistas en el diagnóstico y tratamiento contra la humedad estructural desde hace más de 50 años, conoce los peligros que entrañan los problemas de humedad en las construcciones, y por eso, asegura que la mejor solución en estos casos, es ponerlos en manos de profesionales para que sean ellos quienes localicen el foco del problema y erradiquen la humedad de forma definitiva.