La borrasca Gloria revienta récords históricos. Muchos municipios, e incluso provincias, registran el Enero más lluvioso desde que se tiene registros. Mediterráneo y Cantábrico registran olas nunca vistas en más de un siglo. El viento, la lluvia, la nieve y la fuerza del mar han puesto al límite la capacidad de la infraestructura estatal durante este final de Enero. La borrasca Gloria, la última de las inclemencias meteorológicas de un Enero de récord, se ha encargado de recordarnos que cuando la naturaleza se enfurece hay poco que podamos hacer.
Barcelona, Tarragona y Zaragoza registran el Enero más lluvioso desde que se tienen registros. También ha ocurrido algo similar en la zona norte de Alicante. Un récord lluvioso que trae consigo buenas noticias (la lluvia siempre es buena para el volumen acumulado en pantanos) y muchas malas. La borrasca, y los eventos previos, han incrementado el número de incidencias que hemos atendido en Murprotec. Muchos de esos problemas estaban antes de las lluvias. La precipitación extrema de estos días ha puesto sobre relieve problemas habituales que están escondidos o a los que no prestamos tanta atención.
Las manchas en paredes de garajes, sótanos o trasteros, son síntomas de que el agua está filtrándose desde tierras anexas. La borrasca solo ha sumado más agua a esas zonas que ya no pueden drenarla y que logran que pase a los muros. Impermeabilizar un muro contra las filtraciones laterales es una buena idea, pero hay que huir de métodos tradicionales o soluciones parciales y utilizar un método profesional.
Las lluvias y nevadas sacan a la luz problemas endémicos en las viviendas que al no repararse, o fiarse al efecto de productos “milagrosos”, pueden generar un problema más grave. El uso de pinturas antihumedad o deshumidificadores se ha vuelto común en los últimos tiempos. Métodos que pueden eliminar o aislar la humedad pero que no eliminan el origen del problema.
Las humedades en la costa tienen un problema añadido: el salitre
La borrasca Gloria también ha marcado récords en la altura de las olas de Mediterraneo y Cantábrico, e incluso a logrado sobreelevar la altura del mar en Baleares hasta 80 cm. Situación que ha llevado el agua del mar a provocar más problemas de los habituales en las viviendas costeras. El salitre es un problema añadido a las humedades. Causa problemas eléctricos y es mucho más difícil de eliminar que las manchas de humedades normales.
De nuevo, los síntomas pueden suponer la diferencia entre una vivienda anegada por las lluvias o una casa a salvo del clima. El olor a humedad, las manchas blancas en paredes en contacto con agua marítima o los problemas eléctricos son señales que no debemos pasar por alto. El diagnóstico gratuito ha destapado problemas que más tarde, o a la vista de este tipo de eventos climáticos, podrían haber sido catastróficos.
El poder de la naturaleza se muestra y puede quedar en algo anecdótico para contemplar en los telediarios, siempre y cuando delegamos en los profesionales la protección de nuestro hogar.