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¿La humedad pone en riesgo la seguridad alimentaria?

El exceso de humedad que provocan los llamados fenómenos de condensación puede irrumpir en las cocinas y despensas dañando los alimentos. Según la publicación digital Eroski Consumer, la condensación puede convertirse en un problema de seguridad alimentaria, ya que altos niveles de humedad ambiental favorece la aparición y proliferación de bacterias que pueden acabar dañando los alimentos. La luz, la temperatura, el oxígeno y la humedad son los factores que intervienen en la correcta o no conservación de los productos alimentarios. De ahí que si alguno de los elementos es insuficiente o se halla en exceso, el ambiente se convierte de lo más atractivo para que organismos como los hongos se alojen en él y se expandan, en este caso, por la despensa y lo que en ella se tenga.

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Es difícil evitar la condensación en los hogares,  ya que la actividad diaria genera estos fenómenos que aumentan la concentración de agua en el aire y, como consecuencia, la presencia de microorganismos como el moho; no sólo en las esquinas de las paredes y techos del baño o la cocina, sino en el interior de envases de alimentos o en el pan, queso y demás productos.  Las duchas, lavadoras y secadores y el propio hecho de cocinar dan lugar a la condensación; o, lo que es lo mismo, a un problema de humedad. Pero no sólo eso, esa misma humedad también puede influir en la apariencia, textura y sabor de los alimentos.

En los productos frescos, por ejemplo, como frutas y verduras, la cantidad de agua que contienen puede alcanzar el 90%; hecho determinante para que estos alimentos se estropeen si su conservación no es la adecuada. Por lo tanto, la humedad se convierte en un factor de riesgo, al crear el lugar propicio para que las bacterias y moho se multipliquen en la despensa. Pero, ¿cómo evitar que el exceso de humedad afecte a los alimentos? Uno de los trucos es evitar los cambios bruscos de temperatura, sobre todo la conservación a temperaturas muy bajas, ya que el agua superficial sobrante sirve de vehículo a los microorganismos a través de las grietas o roturas en los productos.

Aunque como ya se sabe, la presencia de moho no sólo afecta a los alimentos, sino que desde la salud de las personas con enfermedades respiratorias hasta la estética de las paredes, por las manchas negras o los desconchones, son consecuencias nefastas de los problemas de humedad en el hogar. De ahí que la solución más eficaz a todos estos problemas sea colocar un aparato capaz de renovar y eliminar la contaminación del aire de toda la vivienda. De esto en Murprotec saben mucho. Ya son muchos quienes han comprobado la eficacia de sus centrales de tratamiento de aire (CTA), capaces de acabar con los problemas de humedad en las habitaciones.

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