En los meses de frío, lluvia y humedad, las labores de manteniendo y conservación de los edificios de las ciudades hay que incrementarlas. No es raro encontrar partes de la construcción, tanto en el exterior como en el interior, con signos de humedad. Desde la aparición de moho en fachadas y esquinas de muros y techos interiores, hasta el deterioro de la pintura y el revestimiento de las paredes; pasando, claro está, por los desperfectos en el mobiliario o estructuras de madera o elementos decorativos de los edificios. Es el caso de muchas iglesias y monasterios del patrimonio nacional que sufren problemas de humedades estructurales y que hay que tratar a tiempo para poder mantener intacto su valor turístico, artístico e histórico.
La presencia en las edificaciones de humedades estructurales, sea cual sea su procedencia –por infiltración, por capilaridad o por condensación-, puede poner en riesgo no sólo la estética de sus muros, sino que también puede ocasionar graves inconvenientes en los cimientos, ya que un exceso de humedad en la estructura de una construcción puede afectar a la resistencia de los materiales de construcción y recudir su capacidad de carga. Las consecuencias de las humedades estructurales son innumerables. Y es que la humedad puede acabar deteriorando obras de arte, muebles, pinturas, la madera y lo más peligroso, como mencionábamos, la pérdida de la capacidad de carga de los muros. En los edificios de valor patrimonial hay que tener especial cuidado con este problema; más aún cuando también corren peligro las pinturas al fresco que recubran los techos y paredes.
Y es que si las humedades estructurales en la edificación pueden provocar daños irreversibles si no se diagnostican y se les ponen remedio a tiempo; en las construcciones que forman parte del patrimonio de nuestro país es crucial mantener controlado este problema, ya que no sólo se estropea un muro, sino que pone en riesgo su valor artístico, histórico y cultural. Por ello, tanto en casa como en los lugares emblemáticos de cada ciudad, Murprotec recomienda no demorar el diagnóstico y el tratamiento de los problemas de humedad estructural. El objetivo es único: conservar intacto lo que tantos siglos después disfrutamos para que los que vienen puedan hacerlo también.
Murprotec es empresa líder en España y en Europa en la localización y soluciones antihumedad. Cada año realiza alrededor de 7.000 tratamientos, todos ellos con una garantía de más de treinta años.