El moho es uno de los inconvenientes derivados de los problemas de humedades que más quebraderos de cabeza puede llegar a provocar. Este organismo que puebla los lugares que padecen humedades es capaz de crear problemas de salud, desde alergias hasta enfermedades pulmonares, que afectan a los seres humanos, en especial los más vulnerables como pueden ser ancianos, bebés, niños o mujeres embarazadas, pero también a mascotas. El olor que desprende y el color que suele cobrar son además los responsables de que estéticamente el moho sea un enemigo a erradicar cuanto antes.
Sin embargo, esta tarea no tiene por qué ser del todo fácil. Como el moho aparece en lugares afectados por humedades, oscuros y cálidos, es común que se nos escapen algunas de sus manifestaciones dentro de casa. A continuación, listamos cuatro lugares donde puede aparecer moho derivado de las humedades que no se encuentra si no prestamos especial atención. Limpiar el moho de estos lugares es solo un parche a la hora de acabar con el problema. Si de verdad queremos librarnos de ello, debemos atacar a su hábitat natural: las humedades.
Moho en casa
El cajón del detergente. Como sabemos, la cocina o el cuarto de la lavadora son dos de los lugares donde con mayor frecuencia pueden encontrarse humedades por condensación. Estas humedades se generan por culpa de la diferencia de temperatura y la cantidad de vapor de agua que hay en el ambiente y es capaz de hacer polvo nuestros muebles. El cajón del detergente de la lavadora es uno de esos rincones donde el moho nos puede sorprender, acumulándose en las esquinas, por lo que debemos tener cuidado con ello.
La vajilla. No salimos de la cocina, pues hay más lugares donde el desagradable moho puede aparecer si padecemos problemas de humedades. Los platos, cubiertos y vasos pueden estar expuestos a la aparición de moho si el mueble de la cocina no está debidamente protegido. Ya no es solo la humedad por condensación, sino también las humedades que puedan aparecer en las paredes y que sean capaces de afectar a más rincones de nuestra casa.
Armarios. En el mismo sentido que el caso anterior, los armarios pueden sufrir las consecuencias de distintos tipos de humedades que van a poner en jaque no solo su estructura sino también la integridad de cualquier cosa que almacenemos en su interior. Las humedades por capilaridad o las humedades por condensación van a ser capaces de crear en los armarios un estupendo escondite para moho, que va a poblar a sus anchas en este espacio oscuro y húmedo.
Coche. Aunque parezca mentira, nuestro propio coche también va a poder sufrir los efectos de las humedades en forma de hongos. Si bien lo más común es que se nos vierta algún líquido que acabe afectando al tapizado del vehículo si no le prestamos atención, también es posible que el moho afecte a nuestro automóvil. Esto es posible debido a la facilidad con que garajes y sótanos sufren problemas de humedades. Si no tenemos cuidado, el moho va a llegar mucho más lejos de lo que parece, por lo que es mejor atacar las humedades y erradicarlas antes de que sea demasiado tarde.