En muchas ocasiones apreciamos pequeñas manchas en la pared del salón, en una esquina del baño, pero no les hacemos caso y pensamos que con la llegada de buenas temperaturas se irán. Sin embargo, llegado a este punto, la humedad ya ha impregnado el interior de esas paredes y la salud de sus habitantes irá empeorando cada vez más al inhalar las diminutas partículas que desprende el moho a consecuencia de la humedad.
Cuando el problema empieza a crecer y el moho y salitre cada vez son más evidentes, lo primero que hacemos es limpiar la zona con lejía o productos similares para que las manchas desaparezcan y poner deshumificadores en cada esquina de la vivienda. Después de un par de semanas de esa limpieza el moho vuelve a florecer y creemos que con eso no es suficiente que debemos hacer algo más y que una obra será ña solución. Pasada una temporada, la humedad sigue sin irse completamente de la vivienda, y sus consecuencias se empieza a notar en armarios, ropa, mal olor en el ambiente.
Ni limpieza en profundidad, ni los deshumificadores ni hacer obra pueden eliminar la humedad que sufre nuestra vivienda y lo que es peor, durante todo este tiempo nuestra salud ha sido la mas perjudicada, problemas respiratorios, dolores musculares, un resfriado tras otro…
En el primer momento en el que vemos algún resquicio de posible humedad en nuestra vivienda es imprescindible contactar con profesionales del sector que estén especializados en esta materia para verificar el foco del problema y actuar cuanto antes con soluciones que eliminen definitivamente la humedad estructural antes de que vaya a más y sea más costoso.