El calor y la humedad son dos factores que van a hacer salir de su escondrijo a las cucarachas, unos insectos muy poco populares que no queremos ver en nuestra propia casa ni en sus alrededores. Aunque hay más de 4.500 especies diferentes de cucarachas (cuyo nombre científico es el de Blattodea), apenas unas decenas de ellas son las que verdaderamente van a importunar a los seres humanos a lo largo y ancho del globo. No importa que no sea una cifra muy alta en comparación ya que, si podemos evitarlo, es mejor no tener nada que ver con las ellas, pues son fuente de infecciones y enfermedades.
Acabar con las cucarachas no es tarea fácil, pero una de las principales recomendaciones es tener un hogar que sea lo menos apetecible para ellas. Y una de las acciones que podemos llevar a cabo para acabar con las cucarachas es erradicar nuestros problemas de humedades.
Las cucarachas y la humedad
Dependiendo de la región dónde nos encontremos, va a ser más fácil padecer la presencia de estos insectos. Sobre estas líneas se puede ver un ejemplar de la cucaracha común, la más habitual y la que más quebraderos de cabeza suele dar en nuestras latitudes, aunque existen algunas diferentes, por ejemplo en las islas Canarias. La humedad es uno de los factores a tener en cuenta a la hora de prevenir la aparición de cucarachas, así que no está de más solucionar cualquier problema de humedades por condensación, capilaridad o infiltración que tengamos en casa, como hemos indicado, para evitar su proliferación lo máximo posible.
Las cucarachas tienen en común con otros problemas derivados de las humedades, como los hongos, el moho y los ácaros del polvo, que son capaces de provocar enfermedades que afectan a las vías respiratorias del ser humano. También son capaces de potenciar otras, como las alergias. Esto es debido a sus excrementos, que pueden contener alérgenos que van a suponernos estornudos, picores y lagrimeo, una situación muy poco recomendable.
Además, son unos insectos muy resistentes. Como es conocido, son capaces de soportar dosis de radiactividad mucho más altas de las que soportaría un humano. Sin irnos tan lejos, son capaces de vivir sin agua durante más de un mes, pues absorben la humedad a través de su cuerpo, y también son capaces de aguantar largo tiempo tras haber perdido la cabeza.
Las cucarachas que habitan en la humedad son peligrosas una vez han asaltado nuestra casa y se mueven por ella como si nada. Si pululan por la cocina, uno de los lugares donde comúnmente vamos a encontrar problemas de humedades por condensación, van a dejar sus excrementos y otras sustancias químicas en nuestra comida y utensilios de cocina. De este modo, los contaminan y nos exponen a enfermedades. Para no exponernos a los peligros de tener cucarachas en casa, lo mejor es prevenir. Acabar con los problemas de humedades en casa es un primer paso recomendable, pues conseguimos así tener una vivienda salubre y no un lugar confortable para este tipo de visitantes no deseados.