Habitualmente, asociamos los problemas de humedades a espacios oscuros y cerrados que se encuentran a ras de suelo, o tal vez por debajo del nivel de la calle, como sótanos, bodegas o garajes. Sin embargo, todas las partes de un edificio son propensas a padecer problemas de humedades, ya sean de un tipo u otro. Los áticos y las buhardillas, ya sean habitables o para almacenar objetos en ellas, padecen humedades que pueden aparecer en cualquier momento. Si estamos hablando de un ático o una buhardilla de dimensiones reducidas, todos los problemas que traen las humedades van a potenciarse por el simple hecho de que no vamos a poder escapar de ellas. Vivir en un moderno loft puede ser maravilloso, pero si la cocina genera problemas de humedades nos vamos a encontrar con que estamos durmiendo en el mismo sitio donde el moho y los hongos se están reproduciendo. No queremos eso, porque como sabemos, los hongos, el moho y sus esporas son capaces de incidir de forma negativa en nuestra salud, especialmente la respiratoria. Viviendo en un ático o teniendo en casa una buhardilla con problemas de humedades, vamos a estar expuestos a los problemas que generan todo el tiempo. Los ácaros del polvo empiezan a aparecer en mayor cantidad, lo que también es un efecto secundario no deseado de padecer humedades. Acabar con ellas es una cuestión de salud, y cuando antes lo hagamos mejor, pues de este modo también ahorraremos dinero. Del mismo modo, las humedades en pisos altos van a afectar a los muebles y objetos que tengamos con especial fuerza. Armarios, cortinas, colchones, espejos… todos estos enseres van a verse afectados por la aparición de problemas de humedades en una buhardilla o ático. Ordenadores portátiles, teléfonos móviles, televisores… protegerlos es nuestro deber, pues es posible que acaben afectados por ellas y al final nos vamos a encontrar con desembolsos de dinero que no esperábamos y que van a ser mucho más dolorosos que si ponemos fin a la acción del agua desde el primer momento. Si la buhardilla que tenemos la utilizamos como almacén, es posible que no prestemos atención a las condiciones de almacenaje y que, un mal día, cuando vayamos a intentar recuperar algo, nos encontremos con el papelón
Cómo tratar las humedades en áticos y buhardillas
Habitualmente, se suelen recomendar distintos tratamientos para hacer frente a las humedades, también las que se crean en áticos y buhardillas, pero la mayoría de ellos son inefectivos. Los deshumidificadores no funcionan y las bolas antihumedad solo van a hacernos perder el tiempo, como tampoco van a resolvernos la papeleta los distintos remedios caseros que pueden encontrarse en listas de internet. Saber que no debemos intentar arreglar las humedades nosotros mismos va a ahorrarnos tiempo y dinero, además de posibles enfermedades por exposición al moho, los ácaros y los hongos al intentar limpiarlo sin lograrlo. Confiar en profesionales de las humedades es la verdadera solución a este problema, ya que conseguirán identificar el verdadero problema para darnos un diagnóstico acertado.