Un hogar sano es una garantía para mantener la salud de tu familia y tu presupuesto a salvo.
Disponer de una vivienda bien mantenida y que combata las amenazas exteriores es siempre una buena noticia. En las próximas semanas, debido a la incidencia del coronavirus, nuestro hogar pasa a los primeros puestos de importancia en nuestro día a día.
Lo que es una situación anómala, e incomoda para muchos, la podemos reconvertir en una oportunidad para revisar algunos puntos para los que nunca tenemos demasiado tiempo.
¿Cómo puedo mejorar la salud de mi hogar?
Hay muchos problemas que pueden afectar a una vivienda y convertirla en una amenaza para nuestra salud y confort. Nos vamos a centra en uno de los enemigos públicos de los inmuebles: las humedades.
En todos los informes de calidad de vivienda, la protección contra humedades es una de las características más valoradas.
En el ámbito de la salud, la OMS ya incluyó las humedades como agravante de enfermedades respiratorias y alergias. Un problema que es muy habitual, incluso en climas poco lluviosos, y que en Murprotec conocemos muy bien.
Te ofrecemos algunos consejos para revisar y controlar la protección de nuestro hogar contra las humedades, en estos días en los que estaremos mucho tiempo en casa.
Armarios, cajones y despensas
Uno de los objetivos que nos impondremos para limpiar y mantenernos ocupados, es darle una vuelta a la limpieza de nuestro hogar. Es un momento idóneo para buscar síntomas de que las humedades han invadido los recovecos de armarios y cajones.
La oscuridad y la falta de atención pueden hacer que algunos textiles estén húmedos, que los alimentos se deterioren con más velocidad o que notemos que los fondos de cajones y armarios estén abombados. Si detectamos algunos de estos problemas podemos anotar la incidencia y contactar con los profesionales.
Condensación excesiva.
Pasar más tiempo en casa significa más horas de cocina y baño. Los dos iniciadores naturales de la condensación en el hogar. La ventilación y la acción de extractores son los dos métodos para aliviar el vapor que generamos. Si nuestro hogar no es capaz de eliminar el exceso de condensación puede que nos enfrentemos a un futuro problema de humedades.
Los síntomas más habituales de este tipo de humedades, son la aparición de manchas en la silicona de baño y cocina, manchas en la pared, fallo de los electrodomésticos o desperfectos en los azulejos.
Habitaciones “frías”
Pasar más tiempo en casa, y darle una vuelta a la limpieza nos puede llevar a habitaciones que no utilizamos tanto. No solo estamos hablando de trasteros o sótanos, si no de habitaciones que utilizamos para almacenaje o que, simplemente, no usamos.
Una de las mayores ventajas para las humedades es la falta de atención. Lo que podemos identificar como una habitación “fría” nos puede llevar a engaño. Una habitación con menos muebles, o que no utilizamos tanto, no tiene porque ser más fría que el resto de la casa. Debemos valorar cosas como la ubicación, las fuentes de luz natural y el volumen de ventilación.
Cualquiera de los síntomas de las humedades que hemos descrito son motivo suficiente para marcar con una “x” el problema y hacer una llamada a los expertos.
Contar con un hogar sano, hoy más que nunca, es una garantía para un futuro saludable y confortable.