Es fácil afirmar que una vez que un problema de humedad se instala en nuestra vivienda difícilmente podremos librarnos de él. Bolitas antihumedad en los armarios para neutralizar el olor a moho, que no sólo afecta al mueble, sino también a todas las prendas que guardamos en ellos; deshumificadores con el fin de eliminar el vaho que empaña los cristales y espejos sin remedio, ya que por mucho que sequemos nunca podemos ver la calle con nitidez desde el interior de la casa o vernos a nosotros mismos ante el espejo; o pinturas especiales, también antihumedad, que deberían resistir a un muro mojada, pero que, por el contrario, en pocas semanas empieza a agrietarse y caer como si de un revestimiento normal se tratara.
Todos estos son remedios que se usan con frecuencia ante un problema de humedad pero que, también a menudo, sirven de poco. Los síntomas persisten y se van haciendo más peligrosos y perjudiciales, tanto para los cimientos y la estructura de la vivienda como para la salud de las personas que viven en ella. Esto es así porque las consecuencias se tratan de forma casera y superficial, atendiendo a lo visible, pero dejando de lado el origen invisible que lo está provocando. De ahí los suspiros desesperanzados que salen de nosotros cuando empezamos a vislumbrar un exceso de humedad en el hogar, pensando en que se convertirá en un habitante más, difícil de expulsar.
Una situación de lo más corriente, teniendo en cuenta que lo más común entre nosotros es recurrir a esta serie de soluciones inservibles, que más que arreglar nos complican el fin de mes, pues suponen más gasto que otra cosa. Una pérdida de dinero y tiempo. Este último en nuestra contra, ya que lo que empieza por una mancha en la pared puede convertirse en un grave problema de humedad capaz de reducir la capacidad de carga de los muros del edificio hasta en un cincuenta por ciento.
Para que esto no ocurra, y seamos nosotros los que vayan reprimiendo al problema y no al contrario, el primer paso a seguir es contar con unos profesionales avalados por su experiencia y su técnica. Sólo ellos podrán dar con el origen del exceso de humedad y así, eliminarla para siempre. Porque en contra de lo que pueda parecer, los problemas de humedad estructural sí tienen una solución duradera, para toda la vida si es Murprotec quien realiza el diagnóstico y el tratamiento, ya que todos sus servicios tienen hasta 30 años de garantía.