El radón es un gas que se produce de manera natural en el subsuelo, no tiene ni color ni olor y se da tanto en el interior como en el exterior debido a las corrientes de aire. En las viviendas, se alcanzan concentraciones más elevadas en plantas que tienen un contacto directo con el terreno, como pueden ser los sótanos o garajes. Se produce mayor cantidad de gas radón en zonas graníticas y las comunidades con mayor riesgo son Galicia, Castilla y León, Extremadura, Comunidad de Madrid y ciertas zonas de Castilla La-Mancha.
El principal problema es que el radón no emite olor, no se ve y sus efectos, a corto plazo, no producen dolor y es tremendamente perjudicial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que entre el 3% y el 14% de los tumores pulmonares están provocados por la inhalación de radón, posicionándose como la segunda causa del origen de los mismos, por detrás del tabaco.
Una solución definitiva a un problema “invisible”
Este gas, al ser de origen natural, es inevitable e impredecible. Por esto, la tecnología de la Central de Tratamiento de Aire (CTA) de Murprotec se convierte en una herramienta infalible contra este elemento cancerígeno.
Aunque la principal función de la máquina CTA es acabar de forma definitiva con los problemas de condensación de una vivienda, su innovador sistema encaja perfectamente para purificar el aire y luchar contra el gas radón.
La CTA es un sistema de ventilación mecánica forzada con módulo integrado de precalentamiento del aire. Es un sistema exclusivo y patentado de fabricación europea y su principio de funcionamiento es similar a la respiración pulmonar humana. La CTA aspira aire nuevo tomado del exterior, lo filtra y lo insufla forzado en la vivienda, generando una débil sobrepresión. Gracias a esto el aire se propaga en todo el volumen de la casa, lo cual permite al sistema ventilar y sanear el 100 % del volumen interior, expulsando al exterior el aire contaminado.