Se llama humedad ambiental a la cantidad de vapor de agua que hay en el aire. Se puede reflejar de dos maneras, la humedad absoluta, que es la cantidad de vapor de agua que se encuentra por unidad de volumen en el aire de un ambiente y la humedad relativa, que se traduce en la humedad que posee una masa de aire en relación a la mayor cantidad de humedad absoluta que podría llegar a contener, sin que se produzca ninguna condensación.
Unido a estas definiciones, hay algo que es evidente: El tiempo húmedo favorece el crecimiento de los hongos, y el tiempo soleado y ventoso la diseminación de las esporas. En climas cálidos y húmedos los hongos están presentes en gran cantidad a lo largo de todo el año y en zonas templadas, las esporas de hongos se encuentran en su mayor concentración a finales de verano.
Por tanto, podemos afirmar que hay una relación muy estrecha entre la humedad de un lugar y la aparición de hongos. Y muchas veces, es posible que hayamos podido escuchar que un amigo, familiar o conocido es “alérgico a la humedad”. Esto sucede porque la mayor parte de los casos de mohos aparecen y se potencian en ambientes con una gran humedad.
En el interior de nuestras viviendas, la humedad es el factor decisivo en el crecimiento de los hongos, de ahí el uso normalizado del concepto “alérgico a la humedad”. Con asiduidad, existe una advertencia generalizada en los pacientes diagnosticados de alergia a hongos: Evitar todos los lugares cerrados con el “clásico” olor a moho.
Además, los hongos que crecen en los humidificadores o en los filtros de los sistemas de aire acondicionado se pueden diseminar con facilidad por toda la vivienda de una manera exponencial.
Es necesario tener esto en cuenta, para dar la importancia que merece a un diagnostico eficaz y realizado por profesionales. Muchas veces, todos podemos percibir la humedad de un modo “natural”, pero, ¿qué hay de las consecuencias de la humedad?, ¿sabemos claramente definirlas y plantear las soluciones necesarias para poder eliminarlas?.
Y la realidad, es que la humedad por sí sola no crea ninguna alergia, el problema viene derivado de la falta de atención a los primeros síntomas en la aparición del exceso de humedad y sobre todo, del mal uso de las técnicas para eliminarla, que lo único que hacen es poner parches sin erradicar el problema principal.