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Cómo quitar el olor a humedad de la ropa

Quitar el olor a humedad de la ropa puede resultar un quebradero de cabeza, pero si sabemos cómo afrontar este inconveniente la incomodidad que provoca será cosa del pasado mucho más rápido de lo que pensamos.

Lo primero que tenemos que hacer es identificar si el mal olor de nuestra ropa tiene su origen en un problema de hongos. En este caso, nos encontramos ante una situación que es mejor atajar cuanto antes. Los hongos pueden ser fuente de enfermedades y es mejor deshacernos de ellos antes de que nos creen algún problema serio. Una solución de agua y lejía (teniendo cuidado de utilizar lejía específica si nuestra ropa es de color), donde necesitaremos aproximadamente media taza de lejía por cada litro de agua, servirá para poner la ropa en remojo durante al menos dos horas. Después, hay que volver a pasar la colada por la lavadora para eliminar el olor a humedad.

Si no estamos hablando de un problema serio de hongos, para quitar el olor a humedad de la ropa, también es muy útil la mezcla de bicarbonato de sodio con vinagre. La proporción debería ser de un tercio de taza de bicarbonato en una taza de vinagre, que se coloca en el lugar del detergente para limpiar nuestra ropa. Si después de emplear este método sigue oliendo mal, repítelo hasta que desaparezca. Después, lo ideal es tener la ropa al sol, para que se seque totalmente.

Cómo quitar el olor a humedad de la ropa

Como el hogar prevenido vale por dos, también es interesante tener en cuenta algunos consejos que nos servirán para evitar tener que llegar a lamentar el olor a humedad en nuestra ropa, o al menos evitar que se repita la situación.

Para adelantarnos a los problemas de olor a humedad, el sentido común será nuestro gran aliado. Para empezar, la ropa húmeda no debe acumularse en el cesto de la ropa sucia junto a todo lo demás, ya que podría impregnar de humedad al resto de la colada, creándonos un problema mucho mayor. Es mejor secar las prendas más afectadas por la humedad, sobre todo las toallas o aquellas que nos hemos puesto en días de lluvia, de forma independiente en lugar de lavarlas junto a las demás. Igualmente, no conviene dejar la ropa una vez seca en habitaciones con humedad como podría ser el baño, donde está más expuesta a este problema.

Aprovechar las horas de sol para que la ropa se seque lo más rápidamente posible y quitar el olor a humedad es también una gran idea, siempre que sea posible teniendo en cuenta tiempo, el clima de nuestra ciudad o la estación del año. De este modo, evitaremos que la ropa permanezca húmeda demasiado tiempo. Además, debemos prestar atención a las prendas más predispuestas a acumular humedad, como las mantas, y tratarlas con especial cuidado. Estirándolas bien, conseguiremos que se sequen adecuadamente. Una vez lo tengamos todo listo y vayamos a guardarlas en el guardarropa, es mejor cerciorarse de que nuestros armarios estén totalmente secos, para que el trabajo que hemos realizado no sea en balde. En caso de que notemos los muebles empapados, podríamos estar ante un problema serio de humedades que será conveniente confirmar con un experto para atajarlo cuanto antes.

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