En el mercado inmobiliario no todas las viviendas entran por los ojos, por mucho empeño que le ponga el vendedor, siempre habrá algunas que no agraden y sean difíciles de vender. Así pues, el estado de conservación en el que se halle un piso es fundamental para poder cerrar su venta; y es que en una vivienda no sólo es importante el precio y la ubicación, sino la condición de mantenimiento del inmueble; en definitiva, si la calidad – precio es ajustada o no.
¿Sabías que un piso con humedades puede devaluar hasta en un 35% su precio de mercado? Puede ocurrir en muchas ocasiones que el posible comprador que acude a ver una vivienda encuentre en ella paredes agrietadas, techos con moho o suelos deteriorados. Este tipo de desperfectos no son más que consecuencias y patologías que pueden indicar la existencia de humedades estructurales en el espacio, provenientes de problemas de condensación, capilaridad o infiltración.
No obstante, no es sólo el mal aspecto de la vivienda lo que puede echar para atrás al comprador en la transacción. Y es que si estos problemas no se reparan convenientemente, con tratamientos que logren eliminar para siempre la humedad estructural, el interesado adquirirá una casa con problemas por arreglar, que puede acarrear, en el peor de los casos, consecuencias irreversibles.
La cuestión aquí es que muchos propietarios prefieren ahorrar y no reparan en los problemas que puede acarrearlas (incluso jurídicos) el hecho de vender una vivienda en mal estado, más concretamente con patologías de humedades estructurales.
Por lo tanto, para que la compra sea efectiva, Murprotec aconseja no perder el tiempo ni el dinero. ¿Qué hacer para acabar con la humedad? Llamar a los profesionales en humedades estructurales para examinar el problema. Una vez diagnosticado, sólo queda esperar a que apliquen el tratamiento y una vez esté realizado, ¡puedes despedirte de las humedades y sus consecuencias para siempre!