Una casa con problemas de humedad también es un potencial caldo de cultivo para el moho, además de que puede causar problemas estructurales, como la putrefacción y el desprendimiento de pintura o el debilitamiento de cimientos y muros, entre otros. Y es que la humedad constituye una amenaza tanto para la estructura del edificio como para su contenido y sus ocupantes. Un problema que a priori no parece más que un pequeño inconveniente, pero que tiene todas las posibilidades de convertirse en un problema grave si se deja sin resolver.
Las humedades en las construcciones pueden tener su origen en la tierra, cuando se trata de problemas de humedad por capilaridad o infiltración, o en las propias actividades domésticas, fruto de la plancha, la ducha o la cocina, que generan los fenómenos de condensación que pueden dar lugar a vaho en los cristales o mal olor. Da igual de dónde venga la humedad, hay que hacer un diagnóstico certero para atacar al origen y acabar con sus efectos para siempre.
De hecho, los indicios superficiales aparentemente resultantes de la presencia de humedad en el edificio con frecuencia son el último síntoma de un problema muy grave. De forma que cuando un profesional trata este síntoma sin identificar la causa corre el riesgo de solucionar, de manera provisional y aparentemente barata, un problema que al final le va a salir muy caro.
En este sentido, Murprotec pone a disposición de quienes conviven con la humedad un equipo de profesionales, especializados y con una larga experiencia en el diagnóstico y tratamiento contra la humedad, capaces de resolver de una manera eficaz y definitiva cualquier problema de humedad estructural. Murprotec tiene una trayectoria de más de cincuenta años, durante los cuales sus laboratorios de investigación no han parado de mejorar y perfeccionar sus tratamientos, todos con garantía de hasta treinta años.