Es hora de pintar fachadas, hacer limpiezas generales y arreglar aquello que ha estado dando problemas durante el invierno. Es habitual aprovechar el buen tiempo, cuando aún el calor no es del todo sofocante, para poner al día los desperfectos del hogar y aquellas reparaciones que no se han podido realizar por la lluvia constante. Por ello, muchas familias ya están remangadas con el uniforme de faena dispuestas a dejarlo todo a punto para poder disfrutar de las vacaciones que se acercan sin el riesgo de que una avería o problema en la vivienda se las estropeen.
La pintura es una de las actividades más comunes ahora, aunque algunos tendrán que reparar algún que otro desperfecto antes que aplicar el revestimiento. Este es el caso de los muros que presentan manchas negras de humedad debido a la aparición y proliferación de moho; que, a su vez, tiene su origen en la presencia de altos niveles de humedad ambiental dentro del hogar -o, lo que es lo mismo, una concentración alta de agua en el aire-. Suele ser habitual limpiar las paredes y pintarlas sin más. Una práctica que tendrá que repetirse frecuentemente si en el hogar en cuestión se sufre un problema de humedad estructural. En estos casos, no basta con borrar las manchas de moho a golpe de estropajo y dar una mano de pintura; da igual que esa pintura sea antimoho o no.
Acabar con la humedad en las habitaciones y con el moho en las paredes no es tarea fácil, a no ser que se cuente con el servicio de profesionales especializados como los de Murprotec. Cuando se decide usar pintura antimoho en lugar de pintura normal para tapar el moho y evitar que aparezca de nuevo no se está haciendo más que poner una tapadera al problema; ya que el origen de la acumulación de humedad sigue sin resolverse y ésta sigue aumentando, por lo que poco importa si la pintura es antimoho o no.
Antes de pintar hay que asegurarse de que las paredes no tengan humedad; para ello, mejor contar con el diagnóstico gratuito de los profesionales de Murprotec. Ellos determinarán la existencia o no de un problema de humedad estructural y, en función de ello, aplicarán el tratamiento correspondiente, en cualquiera de los casos definitivo y con garantía de hasta treinta años.